He logrado terminar otro libro; bueno, si no todo el libro, al menos la mitad dedicada a la biografía de Antonio El Chaqueta: el libro de Ramón Soler Díaz sobre este artista.
El libro está francamente bien, y me ha gustado especialmente toda la gama de testimonios recogidos entre quienes lo conocieron muy bien: su amigo, Pepe el Penicilina, sus sobrinos Manuel el Flecha y Chaquetón, y los amigos y aficionados de su etapa malagueña: Carlos Alba, su compadre Pepe Luque y otros.
No he encontrado ningún dato para que aparezca "emparejado" con La Repompa de Málaga. Su relación con Málaga me ha quedado muy clara, ya que fue la tierra que lo acogió cuando tuvo que abandonar Madrid para iniciar una nueva vida con su segunda pareja, Adela. Eran los años 60s y la época dorada de los tablaos de la Costa del Sol. Si no fue completamente feliz en su destierro de la capital, es indudable que hizo grandes amigos en la tierra malagueña y que son los malagueños los que le tributaron homenajes y lo cuidaron de la mejor manera cuando sus facultades cantaoras entraron en decadencia.
¿Se ha enterado bien Cádiz del gran cantaor y maestro que tenía en Antonio El Chaqueta?
Es indudable que sus maneras cantaoras, heredadas de la familia de su madre, jerezanos y de Los Puertos, son gaditanas, aunque su padre fuera malagueño y también cantaor, José el Mono; pero he descubierto que su más cercano modelo son Los Pavones, sobre todo Tomás Pavón, al que le saca incluso ventaja en la forma de ligar los tercios de los cantes.
La segunda parte es "para nota", y ahí me pierdo irremisiblemente. Ramón Soler hace un recorrido y análisis pormenorizado y minucioso de todos los cantes de El Chaqueta, de los publicados, de las grabaciones caseras que se incluyen con el libro -muy recomendables- y de lo que cantaba pero que no dejó grabado. Si ya las adscripciones de Antonio Barberán me mareaban un poco, las de Ramón Soler "se las trae": aquí hay que aprenderse si un cante, que me dice que es de La Serneta, el Chaqueta lo hace al modo de Yllanda, o si la malagueña de la Trini la hace al modo de Juan Varea; al final no sé si las soleares son de Yllanda o de La Serneta o la malagueña es de Varea o de La Trini..., o de El Chaqueta.
Esta utilización de la "tradición atípica mediata" (copyright de Suárez Ávila) va a acabar con mi salud, pero espero que no acabe con mi afición.
Le prometí al Niño de Sola que le "colgaría" todos los cantes de El Chaqueta que pudiera, ya que me parece el mejor espejo en dónde se puede mirar un joven cantaor de Cádiz.
Estas bulerías se grabaron en 1950 y la casa Columbia las publicó en 1951. La guitarra es la de Paco Aguilera.
lunes, 14 de septiembre de 2009
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