Reseña de Juan Vergillos del libro de José Cenizo sobre el cantaor Miguel Vargas, aparecida en la edición digital del Diario de Sevilla de hoy, día 30 de abril.
Como la Porverita sigue en dique seco y con la inspiración más apagada que una bombilla fundida, se aprovecha de algunas de sus debilidades -el cante de Miguel Vargas y el verbo de Juan Vergillos- para dejaros una muestra de que sigo aquí: viva pero fundida.
De toda la reseña, os dejo una cita en la que Juan glosa el cante del cantaor de la Puebla de Cazalla:
"El cante de este morisco asentado en Paradas es claro como una fuente a la vera del camino, viril, directo, sin adorno, sin trucos, franco. Aprendimos en su voz, como en la de Menese, a gozar de la poesía flamenca en ese venero que se llama Francisco Moreno Galván. Viril en los tonos altos, e íntimo, dolorido, esencial, paño de nuestras lágrimas en los cantes a media voz y en los tercios llamados de tránsito.
Sólo lo pude escuchar en una ocasión. Pero qué ocasión. Fue en la Peña Torres Macarena. Sin amplificación de la voz, a solas con la guitarra de José Luis Postigo, su mano derecha de los últimos tiempos e íntimo amigo. La fuerza, la verdad... Todos esos sustantivos que he repetido en esta reseña. Desgranó un repertorio clásico a pecho descubierto. Murió pocos meses más tarde. Fue una de sus últimas actuaciones, para mí memorable. Un recital muy serio, amplio de repertorio y preñado de verdad". (Juan Vergillos)