lunes, 22 de marzo de 2010

De Málaga y del Barrio de la Triniá

(Mercadillo en el Río Guadalmedina. Al fondo: el barrio de la Trinidad, con su iglesia de San Pablo. Fuente de la fotografía)
En medio del desaliento de esta primavera que no acaba de cuajar, recibo, de vez en cuando, correos y saludos de entrañables malagueños/as que me suben la moral de forma insospechada; estos desconocidos, se acercan por este Barrio de la Triniá inventado por mis sueños, sorprendidos y agradecidos de ver plasmados, momentaneamente, los recuerdos vividos en este, tan malagueño, espacio de sus afectos.

Mi última visitante ha sido Isabel, y esto es lo que me ha contado y lo que, inspiradamente, ha escrito de sus rememoraciones del Barrio de la Trinidad (Málaga):
... Buscando información en internet me he encontrado con tu blog y te felicito. He estado mirando lo del Barrio de la Triniá, donde me crié hasta los 10 años y mis recuerdos siguen allí, tan fuertes, tan fuertes que no siempre puedo expresarlos. Tengo publicado un poema dedicado al patio del corralón donde me crié, en calle Feijoó, y hace poco me publicaron en Diario Sur un artículo pequeñito sobre mis recuerdos allí, en la Trinidad.

Pues lo dicho, que me ha dado mucha alegría,

un abrazo,

Isabel
Yo era pequeña cuando la Repompa murió, pero sí recuerdo oír mucho su nombre en el barrio ya que mi calle y la de ella estaban separadas por pocos metros.

Bueno, este es el enlace con lo que publicó Diario Sur, y esto lo que yo mandé:

EL RIO DE LA MEMORIA

Dicen que en la vida hay que mirar siempre de frente, hacia delante, que no es bueno recordar el pasado y, quienes lo dicen, saben perfectamente que es imposible hacer desaparecer del ser humano la memoria. ¿Cómo perder nuestras raíces?, ¿qué somos sin ellas?, ¿podría sobrevivir un árbol arrancando de cuajo sus principios de la tierra?

Yo nací en La Trinidad, uno de los barrios más castizos de Málaga. Me crié al abrigo de un humilde patio de vecinos. Hasta mis diez años, aquel era el mundo. Todo mi mundo. Fuera nada me pertenecía.

Allí se unía una gama multiforme de culturas, gustos y lenguajes. Convivía gente de la propia ciudad y de los pueblos, como mi propia madre.

Evoco aquel lugar donde di mis primeros pasos, conocí mis primeros miedos, fui a mis primeros colegios, tuve mis primeras amigas y aprendí mis primeros juegos.

Allí fui muñeca pobre intentando vestir como muñeca rica, pues a pocos metros, al otro lado del río, estaban las casas de la gente bien y los domingos habíamos de mezclarnos con ella en el Paseo del Parque común a la ciudadanía.

La memoria es capaz de transformar la miseria pasada en los más dulces y bellos recuerdos. La más hermosa añoranza.

Aún hoy día, a mi edad, si alguna noche sueño, si aparece la imagen de alguna casa, es aquella, aquél corralón del número 6 de la calle Feijoo del barrio de La Trinidad. Aunque parezca increíble, por sus corredores del pasado sigue viviendo mi infancia, sigo dibujando en mi libreta cortijos en mitad del campo, coleccionando recortables en una caja de zapatos, jugando a los cromos... yo sola, ahora sola. Sigue existiendo allí mi vida de entonces, sigo siendo yo, yo misma, con mi inocencia cargada como una mochila pequeña a la espalda.

Pues, eso pienso, cada uno de nosotros crece plantado de por vida a la orilla de un caudaloso río llamado memoria y desde ahí, las ramas, nuestras ramas, comienzan su peregrinar por la vida sin desprenderse del todo de aquél comienzo, sin dejar de beber ni por un momento de sus aguas.

Publicado en el Boletín de febrero de 2008 de la Asociación Malagueña de Escritores "Amigos de Málaga" (A.M.E.)

8 comentarios:

Pedro Delgado dijo...

Leyendo tu entrada me viene a la memoria la letra de unas viejas sevillanas de ECOS DE LAS MARISMAS dedicadas a Málaga y cuyo estribillo habla de Málaga como la Caracola, paraiso de amor y sirena morena de la Costa del Sol. La estrofa en cuestión dice así, si la memoria no me falla:

""El Palo, la Trinidad,
El Piyayo y el Mellizo;
los que fraguaron los cantes,
esos cantes con pellizco
de mi Málaga de antes""

Un saludo flamenco desde Cáceres

Porverita dijo...

Muchas gracias, Pedro, por tus cantecicos y tus líricos comentarios.

Saludos desde Madrid

Málaga dijo...

Hola... pues a mí me acabas de subir la moral con esa foto, que tengo que ver con mas detenimiento porque no reconozco... el texto es verdaderamente hermoso, y menos mal que hay gente que no olvida y nos revive la historia de una manera tan hermosa. Gracias a las dos y mis felicitaciones!

Porverita dijo...

Hola Málaga, ¿no te alucina que se vean los montes detrás del barrio de la Trinidad?
¿Has visto el resto de las fotos antiguas de Málaga de ese sitio?

Yo soy la que no conoce, nada de nada.

Anónimo dijo...

Málaga 23.03.2010

Esta zona, no se ha cuidado, creo, que no por parte de las instituciones ni de los propios habitantes (no todos, claro).

Encima ahora nos ha colocado dos SUPER HOTELES, (cinco en la misma zona), por lo que ya no podemos ver ni el Perchel ni ná.

Viva la Málaga 'antigua', mejor me CALLO.

Paco

Málaga dijo...

Hola Porverita... pues sí es alucinante ver los montes. Las demás fotos, muchas las había visto con anterioridad, porque me gusta mucho ver fotos antiguas. Pero desde luego la que mas me ha impactado es ésta, es que por mas que la miro y la remiro, me parece un lugar diferente. El link de las fotos directamente a mis favoritos, muuuchas gracias!!

Red Verdialera dijo...

Fijaos, esta perspectiva es similar a la de la imagen:

Barrio de la Trinidad

Porverita dijo...

¡Ay, Red!!! ¡Qué perspectiva tan deprimente!!! :-((

La foto antigua no es el paraíso, pero nos retrotrae a un tiempo de inocencia: ¡Mira que montar el mercadillo en el cauce del Guadalmedina!

Salud, Niño ¿para cuando más investigaciones fiesteras y nueva "residencia"?

En las últimas semanas, he conseguido una casete de la Panda de Rafael Calderón (1983) y el vinilo de la Panda de Povea (1979)¿Qué me pasa que sólo encuentro cosas de los fiesteros de Los Montes? Estoy desolada :-))

Visitas desde 1 de enero 2010