viernes, 24 de febrero de 2012

Festival de Jerez 2012


Este año vuelvo al Festival de Jerez, y estoy emocionada.

No olvido mis afectos verdialeros y malagueños, pero recuperar, aunque sea solo por tres días, mis aficiones y amistades flamencas, me tiene muy ilusionada.

El Festival de Jerez 2012 se inaugura hoy viernes, en el Teatro Villamarta con el nuevo Ballet Flamenco de Andalucía, y mi amiga Marina está ya instalada en esa meca del baile, dispuesta a disfrutar de sus 15 días de vacaciones flamencas.

Yo no me reuniré con ella hasta el fin de semana que viene, y mientras preparo el viaje, me ha dado por rememorar mi primer Festival de Jerez, que con mi mala memoria, creo que fue hace 10 años, en la edición del 2002.

La Porverita -que todavía no se llamaba así- estaba casi recién llegada a su afición flamenca, y se lió la manta a la cabeza y se fue para Jerez ella sola, durante una semana que, a la postre, resultó durísima. Era la primera vez que viajaba sola -de mujer adulta- y una semana sin hablar casi con nadie fue incrementando la sensación de soledad hasta cotas dolorosas.

No se puede decir que disfrutara mucho, pues además lo ignoraba todo sobre ese arte. Lo peor de todo fue... comer sola: sentarse en un restaurante y esperar a que te trajeran la carta con la cabeza baja de vergüenza que me daba. A veces no venía nadie, imaginando que todavía no había llegado mi acompañante.

En fin, ahora me he enviciado a viajar sola, pues viajar sin acompañantes significa que tu círculo de amistades se amplía por necesidad -así he conocido a muchísima gente buena-, ya que no tienes que estar pendiente de los amigos antiguos y estás dispuesta para los nuevos que te rodean.

Estos recuerdos dolorosos han enmascarado los buenos ratos que pude pasar en el Teatro Villamarta o en las Tertulias de la Bodega de San Ginés.

Creo que fue en esta edición, en donde por primera vez descubrí el baile de Israel Galván, invitado casi desconocido en un montaje creo que de Gerardo Núñez -no lo recuero bien. Lo que no olvidaré fue lo impactada que salí del teatro: aquello no me parecía a mí muy flamenco, pero desde luego no era baile adocenado, corriente o mediocre. Era tan audaz, tan diferente y tan... extraño, que le di gran valor, aunque no me gustara nada. :D

Quiero, desde aquí mandar un saludo a los grandes amigos que he ido haciendo en sucesivas ediciones del Festival de Jerez: Marina Cargnello, Asún Aguilera, José María Velázquez-Gaztelu y su esposa Nieves, Ana María Tenorio y toda la gente del Centro Andaluz del Flamenco, Rosalía Gómez, Isamay, Paco López, Manolo Ríos Ruiz y su encantadora esposa, José Manuel Gamboa, José María Castaño, Fermín Lobatón, Ángel Álvarez Caballero y otros que iré añadiendo, cuando me vuelva la memoria.

Salud.

Mi recomendación a quien no conozca el Festival de Jerez, es que se líe la manta a la cabeza, y con tiempo, se prepare un viajecito -que no sale muy caro- para la edición del 2013, antes de que se convierta en Bienal, y no tengamos festival hasta... el 2015.
Noticias relacionadas: 1) "El Flamenco en tiempos de crisis", por Fermín Lobatón (El País. Andalucía)

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