Cuando las piedras vuelen... volveré al Teatro de la Maestranza para ver un espectáculo de danza en la Bienal de Sevilla.
Venía yo tan sana-sanota y tan contenta de mi Málaga marinera y montaraz, y pongo los pies en Sevilla y en su teatro de la Maestranza y... me pongo mala.
Me duele la garganta, moqueo y tengo un humor de perros. El aire acondicionado del teatro es insoportable, pero peor es la falta de respeto y responsabilidad de la organización de la Bienal con los visitantes fieles y tempranos.
Me refiero a mi entrada: comprada con muchísima anticipación, un descuento rídiculo y un precio nada barato para una localidad de visibilidad espantosa y reducida... a la mitad izquierda del escenario.
Gracias a que había visto el espectáculo maravilloso del baile de Rocío Molina en Madrid, en los Teatros del Canal, donde por bastante menos dinero... ví el espectáculo completo.
Cuando me han sentado en mi butaca me he dado cuenta de mi error y ya sabía todo lo que me iba a perder: no he visto -en ningún momento- a los guitarristas, ni las imágenes proyectadas en la pantalla del fondo, casi no he podido ver las interpretaciones de mi cantaora favorita -Gema Caballero- y hasta me he perdido un número completo de la bailaora/bailarina, y en otros, Rocío entraba y salía de mi campo de visión.
Es algo lamentable que sólo puedo achacar a que sólo se ponen a la venta con anticipación las peores localidades. Mi amiga Marina, a la que le ha pasado lo mismo que a mí, pero en el otro lado, está que trina: lo que ella se ha perdido ha sido mucho peor, porque ella no ha visto una de las mejores cosas del espectáculo: las estupendísimas palmeras-percusionistas.
En fin, que "Vengo de los Verdiales" y a los verdiales volveré; porque lo que es al Teatro de la Maestranza..., me lo pensaré diez veces.
La Porverita no quiere despedirse tan agriamente sin volver a recordar que no hay bailaora que le guste más que Rocío Molina, y que este espectáculo de "Cuando las piedras vuelen" le parece su mejor creación y más original. De su danza no puedo decir más que: que gozo siempre con su movimiento sorprendente y preciso, con sus ocurrencias y sus creaciones originalísimas hasta el detalle; que esta muchacha es el movimiento puro que nunca falla.
Y que... me muero de gusto cada vez que la veo bailar esos descarados y chulescos "tangos" donde suena un homenaje al Chaqueta: "Ábreme la puerta Peña, Peñaaaaaaa" que... la Porverita se ha cogido un enfriamiento y un cabreo pa' no volver a entrar aquí.
Y... -"Gema, que te quiero ver cantar, a ti solita en una sala pequeñita."
Salud, que yo me voy a tomar unas aspirinas y a la cama.
Mañana... a la UNIA
domingo, 19 de septiembre de 2010
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4 comentarios:
Cuídate, mi despendolada niña del sur con corazón severo (para la crítica).
Cierto: ¡cuantas partes de los teatros deberían estar tapiadas!
Mucha Bienal y pasa lo que aquí pasaba con el Albéniz en sus tiempos.
Desenganémonos (Que nossotros ya lo estamos): el flamenco es un cara a cara.
P.D. ¿Ya estás para una café, cerveza o vino?
Besos de compás y templados.
Mi querido y templado tempero: la Porve sólo está para... una tisana y una manta sobre las rodillas. Pero tengo que acudir a la Cartuja, a mi encuentro con los flamencos... cara a cara.
Ya os contaré. Me voy con la cazadora y el paraguas: esta lluvia de Sevilla no es una maravilla.
Te rebusco aquí tu "rico" líquido.
Ya lo dice el refrán:
""De lo que veas... la mitad creas""
Y eso de comprar cosas por internet... ¡¡UUUfff!!
Que te recuperes pronto mi arma...
Espero Porverita que mejore pronto,lamento se sienta tan malita,pero como siempre cada post suyo es una estupenda lectura.
Un abrazo y un guayoyo calientito endulzado con papelón para esas tardes de Sevilla.
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