Esto de ahora -lo del calor en agosto- no es nuevo en Madrid.
Tampoco es nuevo que Madrid celebre, cada año, sus fiestas más castizas entre el 5 y el 16 de agosto: San Cayetano, San Lorenzo y La Virgen de la Paloma.
Todos los años, la población madrileña del Distrito Centro se lanza a la calle, a celebrar sus verbenas populares, aprovechando que las clases pudientes están de veraneo en la costa.
Aquí nos quedamos las "maripepas" reboltosas y los "felipes" chulescos de oficios artesanos, pa' marcarnos un bailecito: un pasodoble o un chotís, disfrazados de "manolas" y "manolos" a la fresca de las noches estivales de la meseta. ¡Ala, niñas! ¡A desempeñar los mantones de manila y a la verbena de la Paloma! A tomar unas cañas de manzanilla y a lucir el palmito.
Os dejo con la cantaora del Café de Melilla en esa noche del 14 de agosto de 1900, en la película de Benito Perojo "La Verbena de la Paloma"
Fabián de Castro († 1949)
Hace 4 días
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