martes, 3 de marzo de 2009

¡Pobre Miguel!

Ayer tarde decidí escuchar en directo (en internet) el programa de flamenco de Manuel Curao y Paco Sánchez, en su nueva etapa. Su programa de Canal Sur (Andalucía Radio) ha pasado de la noche, a la tarde de lunes a viernes de 17.00 a 18.00 horas. Era el primer día en este horario, y aunque los escucho descargando los podcasts de la bandeja de la radio al día siguiente, esa hora me viene muy bien para el directo. Es la hora del café y de la plancha, que es como mejor se escucha la radio.

Pues bien, ayer mientras planchaba las lavadoras del fin de semana, me entero, en las crónicas que Paco Sánchez está haciendo del Festival de Jerez, de que Miguel Poveda está causando una verdadera conmoción en la patria del flamenco: que si todos los artistas se rifan a Poveda para tenerlo de artista invitado..., que si toda la afición -mundial, nacional y local- se matan por hacerse con una entrada para ver y escuchar a Miguelito... Me lo van a volver loco.



No me sentí feliz ni tranquila, sino alarmada. El mundo de la afición flamenca se las pinta solo para encumbrar a sus artistas a las mayores alturas estratosféricas, para luego, por un "quítame allá esas pajas", dejarte caer en el ostracismo y abandono más lamentable.

Miguel Poveda tiene méritos suficientes para estar en dónde está, pero tanto revuelo es sospechoso... de curiosidad morbosa. Tengo miedo por Miguel, que aunque no parece que nunca vaya a ir de divo, el halago desmesurado e insincero puede, finalmente, hacer mella. Miguel es un gran cantaor -referente para otros jóvenes cantaores-, con sello propio y múltiples recursos; un joven afectuoso, generoso y buena persona, pero con una vena frágil -que intuí en otras épocas- muy peligrosa.

Espero que no me lo maltraten. Si tanto les gusta, que le ayuden a crecer en su arte y no en su ego; que no lo utilicen, porque ahora sea útil; que vean lo que necesita, ahora y en el futuro.

Bueno Miguelito, como dice la copla: "Cuando ya nadie te quiera / ven a mí que yo te querré"

La Triniá agorera.

6 comentarios:

Martín Cabeza dijo...

Vaya si tienes razón. Lo más preocupante es que se ha venido a vivir a Andalucía. Espero que sepa entender cómo se las gastan los flamencos por estos pagos. Esos abrazos, esos besos, esos halagos... En ese aspecto creo que Madrid es, una vez más, caso aparte. Es una ciudad acogedora para el flamenco pero que no te regala nada. Madrid es dura con el flamenco pero fiel siempre. El premio calle de Alcalá es un buen ejemplo de eso ¿no?

Porverita dijo...

Me alegro de que lo diga un andaluz. Yo quiero mucho a muchos andaluces, pero no son muy de fiar. No son demasiado perseverantes.

Madrid trata a todo el mundo por igual: como hijastros. Nos adopta y nos deja a nuestro aire.

Creo que el Galardón Calle de Alcalá es un premio de consolación, del padrastro, para los artistas repudiados por su madre andaluza.

¡Vaya, por Dios! Sigo diciendo idioteces.

Otoski dijo...

Mila los que no son de fiar son las personar individuales, nunca los colectivos o los pueblos.
Ni todos los catalanes son agarraos, ni todos los maños brutos de tirarse al charco ni todos los alemanes fueron nazis (las primeras víctimas del nazismo fueron anarquistas y comunistas alemanes de ahí la columnas Thierlman de las brigas internacionales, en homenaje a uno de éllos).
Por supuesto lo mismo con los "andaluces"(!anda que se parece mucho un almeriense o un jíenense como mi madre a un sevillano o gaditano!!).
Ahora con los medios de comunicación si generalizo, porque la mayoría son los perros de sus amos, responden a intereses comerciales y muchos de éllos cobras por los elogios lo mismo que los "40 principales", si no en dinero, en prevendas, privilegios y compadreo.

"A mí que me importa que el rey me culpe,
si el pueblo es grande y me abona,
voz del pueblo, voz del cielo, ay, anda,
que no hay más ley que son las obras,
y con el mirabrás, tiri ti ti tiri, ay anda."

Anónimo dijo...

Buena puntualización, pero hablar de colectivos es necesario para no ir haciendo apartados.

Todo el mundo entiende que cuando se dice los "andaluces" hay que traducir "algunos andaluces", pero es más largo.

Yo en realidad me estoy refiriendo a la afición flamenca -a algunos de los aficionados al cante flamenco- y al trato que Andalucía -los medios, las instituciones y el pueblo en general, el que no tiene cara- da a sus artistas flamencos.

La Triniá

Otoski dijo...

Perdona maja, ayer tuve un día espeso.

Porverita dijo...

No te disculpes Otoski, que tienes toda la razón del mundo: las generalizaciones son pa' los vagos, como yo.

Siempre agradezco mucho tus comentarios y yo tampoco tenía buen día.

Ya sabes que tus opiniones, para mi... ¡van a misa!!!! Je, je, je

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