sábado, 28 de marzo de 2009

Mujeres, van y vienen

Mi semana flamenca ha ido de mujeres -Selene Muñoz y Sonia Miranda-, y la que viene... también.

Como siempre, el amigo Manjavacas se adelanta a todos, y en su página me entero, de que el martes 31 de marzo, además de celebrarse la entrega de los Premios Deflamenco, votados en su página, en el Instituto Cervantes de Madrid (C/ Alcalá 49) va a tener lugar una Mesa Redonda sobre Las Mujeres en el Flamenco.

Las Mujeres en el Flamenco
Mesa redonda


«Ellas Crean», la Torre de Babel que cada año festeja el Día Internacional de las Mujeres, propone una visita guiada por los mundos de la música, el teatro, la poesía, el arte y la danza. Y lo hace a través de diferentes propuestas, todas ellas protagonizadas por mujeres.

Se celebrará una mesa redonda en torno al «lado más femenino» del flamenco, con la participación de Rocío Molina, Merche Esmeralda, Diana Navarro y Miguel Mora.

No me lo quiero perder: voy a ver que hace el "cantaor" (¿?) Miguel Mora entre tanta mujer y flamenca de rompe y rasga. Estos ministerios y ministras que patrocinan, no se enteran muy bien de quién es quién en el flamenco.



El jueves lo pasé muy bien en el Colegio Mayor Isabel de España con el cante de Sonia Miranda, y sus acompañamientos.

Como siempre, el amigo deflamenco.com se adelanta a todos los demás. Rafa ha colgado su vídeo de Sonia Miranda, por seguiriyas en el Colegio Mayor Isabel de España:


Y la Porverita, con menos medios y peor pulso, grabó y colgó las malagueñas de Sonia; escuchen y no miren demasiado fijamente a la pantalla, porque se marearán. Por cierto, esa sombra que se pasea por delante de mi cámara, no es el "fantasma" de La Peñaranda, sino el cuerpo terrenal de Juanjo.


Sonia estuvo, maravillosamente, acompañada a las palmas por dos bailaoras de Madrid: Vanesa Coloma y La Popi, que podéis ver en mi video y no en el de Rafael. ¡Qué estupendos jaleos y palmas metieron las chiquillas! Solo les faltó salir bailando una pata'íta. A la guitarra, elegante, José María Molero.

Se despidió con la canción "Maldigo tus ojos verdes" por zambra, en vez de por tientos, como lo cantaba la Paquera. Hay un vídeo de deflamenco en YouTube, de la Sonia cantando ese tema en el mejor sitio de Jerez pa' escuchar cante acústico: el Palacio de Villavicencio.

Ayer tarde, no pude acudir para la entrega del galardón y actuación de El Güito. Canté yo solita el "pobre de mí", y a esperar la cita flamenca del Isabel del año que viene.

La Porverita.

jueves, 26 de marzo de 2009

Reencuentros flamencos

Ayer fue un día de reencuentros, de reencuentros con algunos amigos y "enemigas" flamenc@s.

Por la tarde, en el Colegio Mayor Isabel de España y en el arranque del Festival flamenco Tío Luis el de la Juliana, me reencontré con un montón de amigos: Ángel Lacalle, Juanjo, Carlos Gallart y su amigo David, Pablo Tortosa y otros cuyos nombres no conozco, pero que veo habitualmente en los saraos flamencos de Madrid.

(Juanjo y Ángel, fabricantes del Festival flamenco del Isabel de España)

Uno de los personajes que me alegró mucho volver a encontrar, y que hacía mucho tiempo que no lo veía, es Pepe Romero -no el pianista, sino mi amigo el jerezano. Pepe está retirado, pero ha sido el pintor de la aristocracia y ha entrado en casi todas las grandes mansiones de la nobleza española... para pintar y arreglar sus paredes y dejarles, a la postre, la casa hecha un pincel. Trabajador nato desde la infancia, era y es un fuera de serie en su oficio y además, un gran aficionado al flamenco más rancio; es decir, al de su Barrio de San Miguel, en Jerez de la Frontera. Lo conocí en la Casa Encendida, que es dónde yo encuentro estas joyas de amigos.

Estuvimos viendo bailar a
Selene Muñoz y escuchando a sus músicos: José Luis Montón, Jorge Tejerina (percusión), el cante de María Berasarte (cantante) y de Gabriel de Pies de Plomo (cantaor)

Yo temía que mi amigo de San Miguel se aburriera con un espectáculo, muy elegante y bien acompañado, pero con poco flamenco tradicional. Pues, a la hora de la verdad, él se lo pasó mejor que yo. Él descubrió a Selene Muñoz, a la que yo había visto bailar con anterioridad y que es muy buena; yo iba a descubrir a Gabriel de Pies de Plomo.

Este encuentro con el joven cantaor me dejó muy buen sabor de boca, y creo que acabará siendo uno de los buenos, ya que 
Gabriel de Pies de Plomo tiene voz, soltura y escuela: es hijo de cantaor -José de la Tomasa- y nieto de cantaores: Pies de Plomo y Tomasa "Torre"; esta abuela del joven Gabriel es sobrina de Manuel Torre. ¡No es impresionante!

No hubo mucho cante flamenco, pero el muchacho encaja bien en el entretenido y moderno experimento del amigo
José Luis Montón y de la bailarina, Selene Muñoz. Con quien mejor lo pasé fue con el percusionista, Jorge Tejerina, un fenómeno habilidoso con todos los instrumentos del oficio: me gustó especialmente los golpes en la calabaza flotando en la "tina" de aluminio (¡Familia! ¡La tina no ha muerto!)

En resumidas cuentas: un buen momento de reencuentro con amigos y con mi antiguo Colegio Mayor.
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Por la mañana, y en un ratito libre, me dediqué a explorar que hacen otros bloggeros flamencos, y encontré un blog fantástico para los incondicionales del flamenco de Jerez -"mayormente" de San Miguel.  Se llama Colores Morenos, y aunque parece dedicado a El Torta en exclusividad, trata muchas otras cosas de... Jerez y del Juglar (Madrid). Creo que es muy recomendable y, no sé por qué, veo detrás de este "superblog", o supergrupo, a los amigos del Juglar, a El Gálvez, a Triste y Azul, a los Caminos del Cante...

La sorpresa fue encontrar en su lista de blogs a este humilde Barrio de la Triniá... ¡el primero de la lista! El mérito no es mío, sino resultado del peculiar comportamiento del sitio de Google que acoge a casi todos los blogs: ordena, quieras o no quieras, por orden alfabético la lista de propuestas. Como la B va por delante de todas las demás letras -menos de la A-, allá que va el Barrio por delante de todos los demás nombres.  Al próximo blog flamenco lo voy a llamar... "Anda Jaleo, Jaleo", y a ver quién se me adelanta.

Pero aún fue mayor mi sorpresa -en esta navegación por el ciberespacio flamenco- al reencontrarme con el trío de amigas de Santander, asiduas al Festival de Jerez, que resulta que no son de Santander sino de San Sebastián, según el pie de la foto de uno de estos sitios flamencos que visité. A ver si encuentro por ahí, también, al matrimonio francés y resulta que son de Guinea Ecuatorial.

Helas aquí, rodeadas de algunos de los tertulianos de los Caminos del Cante -El maestro Zarzuela,  en primer plano y Diego Alba, al fondo-, en la rueda de prensa y tertulia de la Bodega de San Ginés, dispuestas a comerse con los ojos y la boca a uno de sus bailarines favoritos: Antonio Márquez.

Me alegro de reencontraros -amigas- y de saber que seguís, "erre que erre" en vuestras trece... visitas al Festival de festivales. 

La Porverita, siempre fuera de lugar.

martes, 24 de marzo de 2009

Extravagantes insignes

La extravagancia me va mucho, y la extrema vagancia, también.

Siento que el juego de palabras no sea mío porque me identifico mucho con ambas cualidades; se lo adeudo a un amigo malagueño, que se autocalificó así en una carta. ¿No os parece que es de lo más extravagante escribir cartas -en vez de emails- en el siglo XXI?

Llevo dos días investigando el origen y etimología de esta palabra que tanto me subyuga. Es un estado al que siempre he aspirado y que no acabo de conseguir.

Al parecer el término procede del latín y es la unión de dos vocablos: extra -fuera de- y vagor, verbo latino que significaba errar, andar errante, pero que con el tiempo y por toda Europa, fue adquiriendo otros matices: vagar, vaguear, divagar, descarriarse. El término parece que tuvo su nacimiento en Alemania en 1539, y dentro del campo del derecho; el extravagante debía ser poco menos que un delincuente social.

Las leyes quisieron poner "derecho" al extravagante, pero no pudieron con ellos. Haberlos, los hay a montones, y a los flamencos les tengo un especial cariño. Pero no me vale cualquier extravagancia; sólo la insigne, la que pone marca o se desmarca.

Agradezco que la gente se distinga y distancie de los demás, con talento y con buen gusto. Como toda mi vida he sido de una timidez incurable, admiro a aquellos que tienen el valor de obrar y mostrarse como les apetece en cualquier momento, sin acogerse a ningún patrón preestablecido y sin utilizar las sendas marcadas.

La extravagancia me parece un primer paso en la conquista de la libertad vital y creativa: uno se convierte en su propia creación. No se aceptan las rutas abiertas por otros, sino que se busca un camino propio hacia lo que es la aspiración universal: la felicidad.

Si la felicidad se consigue a través de la vagancia, y la extravagancia, bienvenidas sean ambas.

Mi lista de flamencos insignes extravagantes es inmensa, y voy a empezar con uno que me encontré ayer, revisando los capítulos de Rito y Geografía del Cante: Gaspar de Utrera. Coincide que Gaspar canta, en estas soleares, la coplilla que nos propuso el fenicio desarraigado.



Yo no voy a relatar las peculiaridades, anécdotas y originalidades de estos extravagantes insignes, que son de todos conocidas, y que además violentarían mi condición de extrema-vagancia: me obligarían a consultar fuentes, a contrastarlas y a redactarlas.

Eso sería demasiado para una aspirante a la extravagancia insigne.

La Porverita.

P.S. Esta entrada debo firmarla como Porverita, diminutivo que hace referencia a la calle Porvera de Jerez. Manolo Ríos Ruiz me explicó que Porvera, significaba "por vera" de la muralla -pegada a la muralla, for fuera- de la ciudad medieval, es decir que este espacio estaba situado fuera de la ciudad; por otro lado, esta calle conduce al Barrio de Santiago, pero no forma parte tampoco de él. Así que Porverita, para mí, es la que tiene querencia con Jerez, pero que no pertenece ni a la ciudad, ni a la comunidad gitana: la que está siempre "fuera".

Juan Villodres, cantaor

Estoy muy sorprendida y algo mosqueada por la forma en que debían ganarse la vida algunos buenos cantaores.

Ya sabéis que estoy muy enamorada de la jabera que cantara Juan Villodres en el disco Café Chinitas de Hispavox. Llevaba mucho tiempo -prácticamente desde que se creó este blog- buscando datos de este cantaor malagueño, y también más grabaciones suyas.



En la prensa, sólo he encontrado una pequeña referencia (2/7/2007) sobre la inauguración de una Plaza, a su nombre, en el Barrio de la Luz (Málaga) que fue también el suyo.

Allí se recoge esta pequeña nota:

"Juan Villodres, vecino del barrio de la Luz, estuvo ligado mucho tiempo a la Agrupación de Coros y Danzas de Málaga, acompañando con su cante por verdiales y malagueñas a diferentes grupos de baile. Con ellos viajó por toda España y varios países de Europa participando en encuentros culturales con Canadá y Estados Unidos, lugares a los que llevó el cante de nuestra tierra.

La nominación de una plaza de la ciudad con el nombre de este estimado vecino de la ciudad fue propuesta por la AA. VV. De La Luz y ratificado por el Consejo Político del Distrito nº 7 (Carretera de Cádiz)."


Me enteré, de esa forma, de que se había ganado la vida cantando para el baile... de los Coros y Danzas de la época franquista.

Ayer mismo, encontré más noticias y un disco de cuatro canciones, de 1959, en el que Juan -efectivamente- le cantaba al Grupo de Danza de la Sección Femenina de Málaga.  Este disco rarísimo de Regal, lo encontré gracias a unos bloggeros que cuelgan unos discos la mar de extraños y difíciles de encontrar. Os animo a que visitéis dos de sus blogs:


Esto es lo que dice uno de los contribuyentes al blog -J90, estudiante de 19 años- del disco de Regal (1959):

"Aquí vuelvo con un interesante disco, el cual nos muestra como el régimen franquista conseguía (o al menos intentaba) hundir sus raíces en distintos campos de la sociedad, como era por ejemplo la sección femenina de Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalistas (nombre corto donde los haya), grupo que principalmente se dedicaba a enseñar a las mujeres a ser buenas amas de casa, a aprender a cocinar, coser y cuidar al marido y a los niños, además de fomentar el ejercicio físico para ser mejores madres. Algo que no sólo conseguian con algo de gimnasia, sino también con esto de los bailes, que seguramente harían creer que esto también es cultura.

Bueno, tras este pequeño comentario, pasamos al disco. El disco se compone de 2 fandangos (de Huelva y de la Siega), y de 2 verdiales (cartameños y de Santa Catalina, no sé que clase de estilos son, pensaba que los 3 que existían [a día de hoy, antiguamente eran muchos más] eran Los Montes, Almogía y Comares, pero parece ser que no). El Cantaor que acompaña los taconazos de las falangistas es Juan Villodres, reputado cantaor de segunda fila de la provincia de Málaga."

Os he colgado en los podcasts de la Porverita tres de esos temas, extraños verdiales y fandangos de Huelva, por si queréis comparar... y sufrir conmigo, escuchando cómo buenos cantaores tenían que buscarse las habichuelas en los años 50s

Triniá o Porverita (como queráis)

domingo, 22 de marzo de 2009

Mis dilemas con las letras flamencas

Escribir una copla flamenca es fácil. Todo el mundo, antes o después, lo ha hecho. Y muchas de ellas son bastante buenas... cuando una las lee. Qué suene bien cuando se le mete el cante o el estilo flamenco, es otro cantar.

Las adaptaciones al cante flamenco de la poesía ya escrita, es todavía más difícil, y para mí, la mayor parte de las veces, traumático.

Lamento pensarlo y decirlo, pues gustándome la poesía como me gusta, ¡qué pocas veces se casan bien el cante flamenco y la poesía de autor: una entre mil. Y eso arruina, con mucha frecuencia, los mejores intentos y las mejores voces.

Por eso, y porque el lenguaje que realmente me conmueve es el de la música, normalmente no atiendo a la letra o muy poco.

Las letras tradicionales no me estorban, porque las escucho como quien oye llover; y con lo que más disfruto son las onomatopeyas y trabalenguas que es inútil intentar descifrar -estoy pensando en algunos cantes del Tío Gregorio El Borrico o El Chaqueta. Pero claro, esos cantes "corridos" e incomprensibles solo hacen buenas migas con los cantes festeros, y sobre todo con las bulerías.

Pero ¿qué diríais de una letra de soleá que no se entienda? La soleá son palabras mayores. En unas alegrías, unos tientos o bamberas, pongamos por caso, puedes decir cualquier tontería e incluso quedar bien. Pero con la soleá hay que tener mucho respeto, y la gente lo sabe y lo acata.

Escuchad estas soleares de Antonio Reyes (dedicadas a mi amigo el "fenicio desarraiga'o) y luego os cuento porque las he elegido.



Toda esta disquisición sobre las letras viene a cuenta de mi última adquisición: el disco "Viento Sur" de Antonio Reyes.

Era un disco muy esperado por mí, porque me gusta la voz y las hechuras cantaoras de Antoñito; porque le acompañan dos guitarras fantásticas de Jerez: Moraíto y Alfredo Lagos; porque Antonio es caracolero como yo; y porque tenía como productor a un amigo al que aprecio mucho: José María Castaño.

Pero tengo que decir que me ha decepcionado un poco: no he encontrado al Antoñito que he visto en Televisión y en directo en varias ocasiones. Creo que el cantaor está algo constreñido por las letras, que no parece sentir como propias, y algunas de ellas pienso que están elegidas con poca cabeza -"te quiero y te amo..."

Sin embargo hay grandes hallazgos, perdidos en un mar de letras mediocres: esas soleares que os he puesto en YouTube y esa coplilla de las alegrías:

Cuando Chiclana baila
con el levante
las olas de la Barrosa
son sus volantes.

Es muy de agradecer los intentos de crear nuevas letras flamencas, pues es muy cansino escuchar en las actuaciones siempre las mismas coplas. Pero eso de cantar letras nuevas en los directos no tiene tanta trascendencia como en los discos. Lo que se hace en un disco queda para toda la vida, y hay que poner los cinco sentidos en no cantar una letra que no se haya interiorizado y que no pase el control de calidad -toda entera.

Sinceramente opino que gran parte del éxito de los discos de Camarón fue que no cantó una letra mala, pero es que además hacía suyo, o parecía suya la experiencia, todo lo que salía por su boca. No sé lo que hacía en directo, porque yo, entonces, me dedicaba a otras cosas.

T.

sábado, 21 de marzo de 2009

Nos vamos de Festivales y Juglares

Los finales de mes, no sé muy bien porqué, son estupendos para los aficionados al cante en Madrid.

Bueno, sí que lo sé.

El último miércoles de cada mes tiene lugar una cita ineludible para los buenos aficionados al cante de la capital -a veces vienen también de fuera.

Se trata de la citas flamencas de la Sala el Juglar (C/Lavapiés 37), a las que llevo acudiendo regularmente desde aquel lejano martes -los primeros años nos juntábamos los últimos martes de cada mes-, en que Vicente Soto inauguró este ciclo imprescindible.

Allí he vivido momentos irrepetibles y muy emocionantes, escuchando a Rubichi, a José Méndez, a Carmen de la Jara o a Mariana Cornejo. Han sido muchos más, los cantaores/as que han pasado por allí, y creo que todos los artistas cantan encantados, sin megafonía, con buen sonido y mejor ambiente. Y si no, escuchad al Yayo jalear a Canela de San Roque, en el disco que sacó su concierto en directo en el Juglar.

Este miércoles, 25 de marzo, actúa en esta sala Luis Moneo, hermano de Juan Moneo "El Torta" y de Manuel Moneo. Es una ocasión que nadie debería perderse.

Ese miércoles 25 de marzo habrá que hacer doblete, y antes de dirigirnos a la Sala el Juglar, tendremos que hacer acto de presencia en el Colegio Mayor Isabel de España, porque allí comienza ese día el Festival Tío Luis el de la Juliana, con el baile de Selene Muñoz. Si sois forofos del cante, como yo, no deberíais perderos a la bailaora, porque le canta el hijo de José de la Tomasa y nieto de Pies de Plomo y de la Tomasa, todos cantaor@s sevillanos de rancio abolengo, de la saga, a su vez, de los Torre.

El jueves, 26 de marzo, tendremos a una cantaora por la que yo muero: Sonia Miranda, de cante fácil y nada impostado, cante recogido y sin grito. En fin, una de mis favoritas. Allí voy a estar en primera fila, con mi cargamento de olés.

Aquí tenéis a la pareja protagonista de mi "salida" del jueves, 26 de marzo:


El Festival Tío Luis el de la Juliana se cerrará con el baile de Eduardo Serrano, El Güito y su compañía, al que se le entregará el galardón que anualmente concede este ciclo y el Colegio Mayor Universitario que lo acoge desde hace ya muchos años. Eso será el viernes, 27 de marzo.

Y el 28 de marzo, viene de Barcelona mi sobrino -el chorlito- y cómo le gusta el flamenco, pero no lo frecuenta, sólo puedo llevarlo a ver el espectáculo de María Pagés en el Teatro Español, "Autorretrato", que yo ya he visto en la última Bienal de Sevilla en el Teatro de la Maestranza. María Pagés es de lo mejorcito que hay en baile flamenco, y siempre hace unos montajes estupendos, pues cuida mucho a su compañía y a sus músicos.

Recuerdo unas escenas muy divertidas en los camerinos -dentro del escenario- y unos fantásticos tangos de Triana, bailados por ella misma que me hicieron cavilar... ¿por qué se han dejado de lado los bailes de tangos por tanta bulería? Los tangos flamencos son el baile más genuinamente gitano y... flamenco.

No sé cómo voy a llegar al domingo; o peor, cómo voy a llegar al trabajo el lunes por la mañana. Voy a necesitar los bombones de café de mi amiga italiana.

Triniá.

viernes, 20 de marzo de 2009

Y en Almería, también...

En Almería también hay vida... flamenca.

Y si no, echadle un vistazo a estas Jornadas De la Parra a la Mina (26 al 28 de marzo), aunque primero, echadle un vistazo a esta foto y veréis como se las gastaban los flamencos almerienses hace dos siglos ¿?



¡Ole por los almerienses flamencos y feministas! Los subrayados en rojo -lo que más me apetecería si pudiera trasmutarme a aquella tierra- son míos. Ojo con lo que preparan:

DE LA PARRA A LA MINA, UN VIAJE POR LOS ALBORES DEL FLAMENCO EN ALMERÍA

Las presentes jornadas pretenden poner de relieve la importancia que tuvo la provincia de Almería en la fijación de los estilos flamencos a finales del siglo XIX y principios del XX. Composiciones musicales, tan relevantes hoy en día en el arte jondo, como son los denominados cantes de levante o mineros, tienen sus raíces entre el folclore almeriense en zonas como la Alpujarra, donde existía una pujanza económica gracias al negocio de la uva, que se extenderían a las comarcas mineras de Sierra Almagrera, Linares y La Unión.

Fueron significativos los cafés cantantes, salones y primeros teatros de nuestra geografía, a los que llegarían figuras como Rojo “El Alpargatero”, Don Antonio Chacón o Juan Breva, que expenderían este tipo de cantes por toda la geografía flamenca. Del mismo modo fue importante la presencia de mujeres guitarristas, y los primeros acercamientos del cine al flamenco.

También queremos rescatar del olvido a diversos intelectuales de esa época, que interesados por el flamenco, contribuyeron a darlo a conocer entre las altas capas sociales, nos referimos a la escritora y periodista Carmen de Burgos, nacida en Rodálquilar, y al poeta Francisco Villaespesa, natural de Laujar de Andarax.

Coordinadores
Norberto Torres Cortés. Departamento de Arte y Literatura del Instituto de Estudios Almerienses.
Rubén Gutiérrez Mate. Profesor de Música, doctorando en Flamenco

Jueves, 26 de marzo
Lugar: Real Conservatorio Profesional de Música de Almería.

19:00 h. Mesa Redonda: “De la Parra a la Mina”. Alejandro Buendía Muñoz (Director del Museo de la uva de barco, Terque), Pepe Criado (escritor, investigador especialista en tradición oral), José Luis Navarro García (Catedrático de la Universidad de Sevilla), Norberto Torres Cortés (Coordinador de las jornadas).

20:00 h. Conferencia: “Mujeres y Bajañí”. Laly de Pablo Lozano (Catedrática de la Universidad de Sevilla).

Viernes, 27 de marzo
Lugar: Peña flamenca “El Morato” (Almería)

19:00 h. Conferencia: “La huella del Rojo El Alpargatero en Almería”, José Gelardo Navarro (Doctor en Filología. Investigador de flamenco).Programa

20:30 h. Ponencia: “A propósito de unas imágenes; el baile flamenco en el cine” Julio de Vega López (Antropólogo). Incluye la proyección del documental “Bailaores” de Albertina Pisano.

22:30 h. Recital de Antonia López y José Sorroche (cante), Niño de las Cuevas (guitarra).

Sábado, 28 de marzo
Lugar: Teatro “Manuel Galiana” (Terque).

17:30 h. Salida en autobús desde la Biblioteca Villaespesa hacia Terque.

18:00 h. Conferencia: “La jondura de Carmen de Burgos y Francisco Villaespesa”. Rubén Gutiérrez Mate.

19:00 h. Visita al Museo Provincial de la Uva del Barco.

20:30 h. Estreno de “Entre Quejíos y Pitas. Una historia del flamenco de Almería”, producido por el Área de Cultura de la Diputación de Almería a través de su Convocatoria de ayudas a la producción de nuevos montajes escénicos de 2007.

Repertorio: Variaciones sobre Soleares de Julián Arcas y la Petenera de Luis Soria, Malagueña de El Canario, Fandangos de Adra, Berja, Cuevas del Almanzora y Almería, Tarantos, Seguiriyas de Francisco Villaespesa y Tangos de la Uvas.

Elenco: Ana Alonso (baile), Ángela Cuenca y Cristo Heredia (cante), Antonio Luis López y Pedro Torres (guitarra), Borja Sáez (violín), Rilete (percusión), Hércules (palmas).
Dirección Musical y Artística: Antonio Luis López.

Idea, guión y producción ejecutiva: Peña Flamenca “El Ciego de la Playa” y Rubén Gutiérrez.ENTRADA LIBRE

Mucha suerte, amigos, os desea La Triniá

jueves, 19 de marzo de 2009

Laura González (Tocaora) y su Guajira

Otro de los discos buenísimos, resultado de mi viaje al Festival de Jerez, es este: Laura González. La guitarra

También me llegó de forma inopinada... en el correo postal, ya de vuelta en Madrid.

Resulta que después de escribir en el blog mi primera crónica sobre el Festival: "Jerez de la Guajira", para recoger la noticia de las dos guajiras que tanto me habían impresionado, la madre de Laura leyó la entrada, le debió gustar lo que dije y se ofreció a enviarme material de su chiquilla.

¡No debe estar orgullosa, ni nada de su retoño! Lo estoy yo, simplemente porque es mujer y toca fenomenal...

Juana, que así se llama la madre de este fenómeno tocaor, me envió un disco en dónde se recogen todas las piezas que Laura González nos interpretó en el Palacio de Villavicencio y alguna más. ¡Muchas gracias! ¡Por fin tengo mi guajira!



Con ese disco, el Nero, todas las fotos que he encontrado de la muchacha en internet, y mucha, muchísima paciencia he elaborado mi segundo vídeo, de cuya calidad me siento plenamente satisfecha. Creo, sinceramente, que es estupendo.

El mérito no es tanto mío, como de la pieza que suena -la guajira "De aquí p'allá"-, de la maestría de Laura y de su belleza. Comprobadlo con vuestros propios oídos:



He tenido que escuchar el audio de la guajira -para montar el video y sincronizar las fotos- tropecientas veces, y no lo he aborrecido: me gusta tanto o más que la primera vez. Eso dice mucho de su intérprete y compositora -y de los chicos que la acompañan.

El disco contiene otras joyitas como esta, compuestas, prácticamente todas, por Laura, acompañada por José Rojo en la 2ª guitarra y Jorge Cano en la percusión.

Como no tengo fotos, ni tiempo, para componer otro vídeo, si queréis escuchar más cosas de Laura, tendréis que buscar en YouTube vídeos de la artista, que los hay muy buenos: una malagueña a dúo con José Rojo, y una actuación en un Curso de la UNIA (Málaga) acompañando a Antoñita Contreras.

Cualquier día de estos le abro a Laura un álbum de vídeos en el Barrio de la Triniá.

La Triniá orgullosa.

miércoles, 18 de marzo de 2009

David Palomar y su homenaje a la Trimilenaria Cádiz

Estoy muy contenta con mis últimas adquisiciones discográficas, no sólo porque me gustan mucho, sino porque su adquisición viene acompañada de esos detalles que no se olvidan y que confieren al objeto mucho más valor.

El último y primer disco de David Palomar llegó a mis manos en un sitio poco usual y paradigmático de Cádiz: la taberna más famosa del Barrio de la Viña: Casa Manteca, barrio que es también el del cantaor.

En la escapada de Jerez al Cádiz del Carnaval Chico, la amiga que me acompañaba me llevó a la conocida taberna, flamenca y torera, de Casa Manteca para descansar y tomar los también afamados "chicharrones". Mientras degustábamos nuestra tapa con un par de copas de manzanilla de Sanlúcar, sonaron unas soleares que me hicieron enmudecer; primero creí reconocer en el estilo el aire de Jerez -del Chozas-, pero el cantaor no parecía de allí. Bien pronto caí en la cuenta de que debía ser el cantaor de Cádiz que había escuchado en el Palacio de Villavicencio, el año anterior. Pregunté y salí de dudas.

Salí de dudas, y salimos del bar con sendos discos de David Palomar, Trimilenaria.



El disco no empezó a sonar en mi casa hasta que no llegué a Madrid, y ahora no para de hacerlo. Empieza con estos tangos que dan título al CD, y que en un principio me asustaron por los coros que acompañan al cantaor. Normalmente aborrezco los temas flamencos con coros, que no sirven más que para ocultar y tapar las limitaciones del cantaor solista. Pues bien, en este tema han llegado hasta gustarme, y si en una interpretación en directo no estuvieran presentes, creo que los echaría mucho de menos. Me pongo a bailar cada vez que los escucho.

El disco es un gran homenaje a la ciudad de Cádiz, a sus lugares y gentes, a su barrio... Es uno de los discos más claramente personales, meditados y sentidos por un cantaor flamenco, que además escribe sus letras.

¡Ojalá fueran así de sentidos todos los discos flamencos y todos los homenajes!

¡Salud! ¡Romano David!

La Triniá admiradora.

Flamenco en el Papel, y en el Ciberespacio

Esta entrada es demasiado ambiciosa, y yo no demasiado habilidosa; pero en fin..., lo tengo que intentar. Hoy quiero contaros algunas de las cosas buenas que se encuentran en el papel, y alguna curiosidad que se encuentra en el Ciberespacio.

No me gusta reconocerlo, pero soy muy lenta y perezosa en mis lecturas, y no porque no me apetezca leer, sino porque me paso el día entero escuchando música y radio.

Lo poco que leo, lo degusto como si se tratara de un vino delicioso y añejo: a sorbitos pequeños, y encima, releyendo lo ya leído porque no quiero que se me acabe. Pero es que además, llevo "cara'lante" varios libros a la vez, y cojo uno u otro, según el estado de ánimo, por lo que terminar un libro me cuesta a veces un año.

Dos de esos libros que estoy saboreando aparecen aquí:


Este libro de Blas Infante me parece una tesoro escondido que casi nadie conoce y que yo descubrí..., en las estanterías de mi biblioteca.

Si me gusta tanto, es por su humildad, su gran dedicación y su falta de ambición intelectual -con la que coincido plenamente-; eso es lo que hace que la figura de Blas Infante me resulte tan querible: otro aficionado que quiere resolver el enigma de su propio enamoramiento de este arte andaluz, tan misterioso, sin pretender castigar y convencer a los demás con "verdades" inconmovibles, sino con razones -buscadas concienzudamente en la bibliografía y discografía de su época- para sus intuiciones.

Me cautivan los escritos que, ya en su primera página, van al grano y, sin enrollarse ni deslumbrar con parlamentos eruditos y dificultades abordadas, te plantean el objeto del libro. Así empieza el libro de Blas Infante:

"Este libro es el resultado de una investigación que hube de desarrollar... con el objeto de satisfacer mi propia curiosidad ante el enigma que vine a plantearme hace tiempo, sobre todo cuando alcancé a proponérmelo en estos términos, precisos o próximos: ¿Por qué la música de las canciones andaluzas, denominadas flamencas o jondas, hasta bien entrado el Renacimiento era lírica (equivalente a coral) y ahora es dramática o huraña a la socialización que supone la polifonía?

Claro es que a mi pereza mental le hubiera contentado el que mi curiosidad se diera por satisfecha con las explicaciones imaginativas o subjetivistas, mediante las cuales se acostumbra a resolver... esta clase de cuestiones...  Estos intérpretes llegan a expresar sus juicios en arbitrarias hipótesis o presunciones, las cuales se ofrecen casi con espontaneidad e inmediatez del juicio estético consiguiente a la contemplación de las obras de arte..."

Y allá que va mi héroe, y empeña su tiempo y dinero, en satisfacer su curiosidad, y desmontar poco a poco esas explicaciones arbitrarias, imaginativas, subjetivistas..., y yo digo que extravagantes, en los tiempos de antes de la Guerra Civil y con los limitados recursos de entonces. ¿No es admirable?
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El otro libro, recientemente adquirido, es otra delicia: un vino de sabor afrutado y deslumbrante color -yo bebo también con los ojos.

Reflexiones de un joven filósofo sobre la experiencia de lo flamenco, en la forma del siglo XXI y al estilo de los blogs: capítulos cortos, seductoramente ilustrados, sin disquisiciones embarulladas y otra cosa que yo aprecio mucho: sin el tópico anecdotario de la pseudohistoria flamenca oral.

No os puedo citar alguno de los hallazgos de este libro porque no lo tengo delante, y porque todavía no he leído lo suficiente: igual elijo una cosa y luego, más adelante, me encuentro algo mucho mejor.

Aún así, lo recomiendo sin ningún tipo de reserva.
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Por último, en el Ciberespacio también se encuentran cositas interesantes: este documental de Canal Sur, que no sé cuánto tiempo estará disponible en la Web.

Atención a las explicaciones del poeta, José Luis Ortíz Nuevo, que aquí viene etiquetado como "Historiador y cómico flamenco". No tiene desperdicio. Aquí tenéis al, para mí, mejor teórico de los últimos tiempos, digno sucesor de su paisano Blas Infante.


Disfrutad de este flamenco de papel.

La Triniá atrevida.

martes, 17 de marzo de 2009

Con el flamenco, toda la vida aprendiendo

Con esta afición mía al flamenco y a las nuevas tecnologías, no paro de estudiar y aprender.

Cómo la única forma de "colgar" audios, directamente, en el blog es crear un video, subirlo a YouTube, y pegar aquí la fuente, hoy que tenía un ratico libre me he dedicado a hacer pruebas con el Nero, los audios que tengo en el ordenador, y las fotos que "pirateo" en internet -¡Muchas gracias, deflamenco.com!

Ha salido esto:



Sed benévolos, porque no tengo buen material gráfico de Fernando Montoro, salvo la foto que me envió mi amigo Ángel Lacalle, y porque no domino todavía este medio.

Todo se andará, y aquí queda mi personal Homenaje a Fernando Montoro y al Archivo del Cante Flamenco de Vergara.

Ahora, para compensar, las maravillas que cuelgan otros, y la guitarra que más me ha impresionado en el Festival de Jerez -Laura González.


(Laura González y José Rojo, recital de guitarra flamenca, dentro del programa de "Al toque", Córdoba 2006 )

¿A qué a Laura no le hace falta fuerza? ¿A que tiene un trémolo abrumador? Y además, no le importa medirse con otros tocaores... Aquí, no es como en el tenis y se puede competir entre sexos.

La Triniá tecnológica.

lunes, 16 de marzo de 2009

Málaga se acuerda de su Repompa.

Málaga se acuerda de su Repompa, y yo también me acuerdo mucho: de la Repompa y de los amigos malagueños.

A estas alturas, estarán ya todos bien tostados y repuestos del tornado -eso espero- y con una programación flamenca de vértigo:


No sé por qué, el amigo Paco Roji es tan aficionado a esta foto de la Repompa. Me gustan mucho más otras fotos que él tiene de Enriqueta.

A mi, aquí, me parece una "señorona" de "rompe y rasga" y tronío, y no la gitanilla pizpireta, de arrebatadora juventud y encanto que me sugiere su voz y su figura en otras fotografías.

¡Por favor, Paco! Revélanos otras facetas e imágenes de la gitanilla del Perchel.

Triniá.

Cádiz y Jerez: tan cerca, tan lejos...

Hoy se cumple el segundo "mensuario" del Barrio de la Triniá. Pero no puedo hablar de Málaga: esta ciudad, aunque no sea muy bonita, es mi amor público.

Hoy quiero hablar de mis amores secretos: Cádiz y Jerez, a los que acabo de visitar.

Cádiz y su Barrio de la Viña

Siempre que voy a Jerez -a su Festival- me escapo un día a Cádiz, y siempre recibo distintas sensaciones de cada una de estas poblaciones.

Amo a las dos ciudades, pero con sentimientos muy contrapuestos.

Jerez es un novio guapo, varonil y señorial, pero excesivamente formal y exigente. Jerez se te entrega, si tu pones antes y no tonteas con nadie más: es muy exclusivista.

Cádiz es el donjuan, que embruja y seduce, que a todo el mundo se ofrece y cautiva, pero que no se queda con nadie: toma y abandona.

La atmósfera y la vida que se observa en Jerez es la de un poblachón -pueblo grande con vida provinciana-. Pueblo rico y laborioso, se organiza en círculos cerrados, y su gran celebración no es el Flamenco -como podría parecer-, sino la confraternización de la Semana Santa y de los caballos. Pueblo de caballeros y cofrades; ceremonia de la solemnidad y la masculinidad. Jerez es romana.

Cádiz es femenina en sus antojos y burguesa de apariencia. Comercial, luminosa e informal. En las calles y en las gentes de Cádiz se percibe la materia de la que está hecha esta raza: el poso tranquilo de miles de pueblos y civilizaciones antiguas, que ha dado luz a una estirpe que no se achanta por nada, pero que tampoco se mueve; nada le espanta o asombra, y ella misma es asombrosa. Salen adelante con ingenio, sin que parezca que están trabajando, como en Jerez. Su gran celebración no es la religión de los hombres, sino la trasgresión femenina del Carnaval, la irreverencia, el travestismo, el rito oriental. Cádiz es fenicia.

Jerez de la Frontera. El Gallo Azul y la Calle Larga

Hasta su cante flamenco es muy diferente.

El cante de Jerez tiene empaque, es seco, rotundo: se lo toman muy en serio, como si les fuera la vida en ello. El cante de Cádiz tiene un aire extravagante y juguetón: sus voces cantaoras arrastran el cante como con desgana, sin creérselo mucho y sin que parezca que están poniendo demasiada carne en el asador.

Estas reflexiones tan peculiares y subjetivas me las hice después de esa escapada gloriosa a Cádiz, el domingo del Carnaval Chico. Por la noche en el Teatro Villamarta de Jerez, para rematar la jugada, me meto a ver el espectáculo "Cádiz de la Frontera", con Pilar Ogalla (Cádiz) y Andrés Peña (Jerez) como protagonistas del baile.

Pero para mí, degustadora insaciable de cante y desconocedora de casi todo lo relativo al baile, los protagonistas fueron los cantaores: de Cádiz, David Palomar y May Fernández; por Jerez, Jesús Méndez y David Lagos.

El cante y el baile gaditano, y luego el jerezano se fue alternando sobre el escenario, y allí se vieron, palpables, las diferencias y las esencias de las dos formas de cantar el flamenco.

¡Cómo disfruto callejeando por el centro de Jerez o de Cádiz! ¡Qué distintas y placenteras sensaciones! ¡Qué diferente la emoción de uno y otro cante!

¡Qué no me obliguen nunca a elegir!

La Triniá romana y fenicia.

domingo, 15 de marzo de 2009

La música barroca sí que es flamenca.

Si hay una música que me gusta más que la flamenca..., es la música barroca.

Mi romance con la música del Barroco -Bach, Haendel, Vivaldi...- es de toda la vida.

Acabo de regresar del Auditorio Nacional de Música, y esta vez he vuelto más contenta que unas castañuelas.


La mañana ha terminado con las Canciones profanas de Carl Orff, inmenso canto a la alegría de vivir; a la llegada de la primavera, del verano y del amor; a la doncella que se entrega, vencida, a su amante; hombres que se entregan, con enorme regocijo, al alcohol y a los vaivenes de la Fortuna; todo ello cantado en latín: un latín que sonaba macarrónico, como aquel que utilizara mi hermana, en un viaje a Viena, para entenderse con los ligues austriacos -buenos bebedores también, como los de las Carmina Burana.

He tenido todo el tiempo la sonrisa puesta en la cara, y me ha faltado poco para lanzarle un olé a las actuaciones del barítono, Thomas Mohr: enorme mozo, cantante y actor. La música de Orff es también una enorme travesura, un embromado de tintes medievales.

En la primera parte teníamos el estreno absoluto de una obra de Mauricio Sotelo, para orquesta y dos voces -soprano y cantaor-, Arde el alba. Siempre que puedo, me gusta ir a escuchar a los cantaores flamencos que se atreven a mezclarse con la música "culta". El cantaor que colabora con Mauricio, es Arcángel y ha estado muy... guapo y muy a tono. Es un chico listo y canta muy bien, y las letras populares de bulerías largas que ha cantado me han dejado muy satisfecha: siempre temo que "mis" flamencos hagan el ridículo frente al público de la "clásica".

Pues señores, lo mejor de la obra han sido esas bulerías, junto al pregón del principio-todos cantan ahora pregones- con la voz desnuda de Arcángel, sin aditamentos y sin orquesta, como debía ser el flamenco primigenio. Lo demás, como ha dicho uno de mis vecinos de butaca: "un experimento curioso"...

Qué después de Mauricio Sotelo viniera un concierto de Antonio Vivaldi, no ha beneficiado nada al compositor español. La música del italiano del XVIII es genial y nada aparatosa: un concierto en tres movimientos en los que, como en los conciertos flamencos, se alternan las partes alegres, bailables y rápidas, con las cadenciosas, solemnes y tristes, para terminar con un Allegro molto o alegrísimo "fin de fiesta".

No he podido evitar pensar en los paralelismos entre el concierto barroco y el flamenco: todo gira entorno a la danza -principio de toda música, y también de la flamenca- y sólo de vez en cuando se ralentiza y remansa el ritmo, para dar lugar a la melodía o al cante para escuchar.

Mis pies bailan con Antonio Vivaldi igual que con los tangos, alegrías o bulerías de los flamencos.

¡Olé para Antonio y para Arcángel!

La Triniá barroca.

sábado, 14 de marzo de 2009

Preparaos: !!! Bilbao y Madrid !!!

Luego no digáis que no os he avisado con tiempo.

La próxima semana se va a celebrar en Bilbao un encuentro histórico, y yo... ME LO VOY A PERDER!!!

Espero que alguién lo grabe y lo ponga en internet. ¡Señor, escucha la súplica de esta aficioná que no tiene mucho seso, pero sabe lo qué es bueno!

Un vis a vis, entre el cantaor-poeta, Enrique Morente y el poeta-actor, José Luis Ortíz Nuevo, el miércoles 18 de marzo, en ese ciclo tan bueno: Ciclo BBK de Flamenco

¡Van a saltar chispas! ¡Ojalá se vean desde Madrid! ¡Vivan los bilbainicos resalaos!

En Madrid, preparaos, también, por que se acerca el Festival Tío Luis el de la Juliana, en el Colegio Mayor Isabel de España. Cita imprescindible para todo buen aficionado que se precie. El que no ha estado nunca en el Isabel, no sabe lo que es bueno, ni puede recibir título de "flamenco".

Los días 25, 26 y 27 de marzo, vamos a tener a Selene Muñoz (baile), Sonia Miranda (cante) y a Eduardo Serrano "Güito" (baile), al que se le entregará el premio que reconoce una aportación decisiva al Arte Flamenco.

Todos ellos fantásticos artistas de los que os hablaré próximamente..., para que no se os pase esta cita flamenca madrileña y universitaria. Sólo os diré que en el Isabel de España vi, por primera vez, a una joven Rocío Molina, que ya apuntaba maneras.

La Triniá en ascuas.

viernes, 13 de marzo de 2009

La informalidad flamenca... me cabrea

Acabo de volver a casa, del Auditorio Nacional de Música en Madrid, y tengo un cabreo que no me tengo.

Ante todo que quede claro que no culpo a los artistas -Marina Heredia o Pepe Habichuela- sino a los artífices del invento "Andalucía Flamenca", que creo saber que es la Junta de Andalucía a través de su Agencia del Flamenco.

Me saqué una entrada para ver a Marina Heredia porque se anunciaba junto al nombre de otro granadino insigne y guitarrista que me gusta mucho: Pepe Habichuela. Tenía morbo eso de encontrar juntos en un escenario a dos artistas flamencos de Granada que no se frecuentan nada. Acudí al reclamo, como un pardillo, y al parecer todo se ha quedado en agua de borrajas. En mi entrada, se ve bien el nombre de los dos artistas. En el programa, falta uno de ellos ¿Por qué?



Al entregarme el programa me ha sorprendido no ver el nombre de Pepe Habichuela por ningún lado, y sin comerlo ni beberlo, me he encontrado ante el mismo espectáculo que vi hace dos semanas en el Teatro del Canal: Marina Heredia, sin Pepe Habichuela, con los mismos guitarristas, coros y repertorio. Lo único diferente era el vestido de la cantaora.

Aunque han estado igual de bien y de mal -vuelta a los arreglos raritos de malagueña descafeinada-, no he podido evitar la decepción de no encontrar el complemento guitarrístico tan estupendo que se anunciaba, y que podía haber convertido el evento en algo único e irrepetible.

No sé las razones por las que se ha caído del cartel Pepe Habichuela, pero desconfío de los inventos y anuncios grandiosos que lanza, a diestro y siniestro, la Agencia para la promoción del Arte Flamenco, y que luego no se materializan porque son, eso, delirios de grandeza. Hace poco, hablaba con el profe americano de los cacareados Puntos de Información de recursos audiovisuales flamencos, otra de las campañas que se ha quedado en "campanada".

El experimento era tentador y muy atractivo: reunir en un escenario el cante de Marina Heredia y la guitarra de Pepe Habichuela, pero...

¿Se acordaron de consultar a los artistas?

La Triniá cabreada.

El Festival empieza... en el tren

No estoy muy inspirada hoy, y posiblemente no lo esté en mucho tiempo.

La razón es que he empezado a leer... lo que escriben otros, y me ha entrado una vergüenza de muerte.

Después de comprobar lo bien que escriben otros -de cualquier cosa- me cuesta empezar a poner una palabra detrás de otra. Yo tengo que escribir a toda velocidad, sin pensar lo que me está saliendo, y no dejar reposar el texto mucho tiempo..., porque si no, el borrador se queda enquistado y esperando ser publicado. Si lo reviso dos días después, no encuentro ningún motivo para darlo a la luz.

Pero bueno..., el ejercicio de parir idioteces me divierte mucho y me sirve de terapia, y a algún lector le hará pasar un rato tonto.

Hoy querría hablar de los viajes en tren como fuente de conocimiento.

Siempre que voy al Festival de Jerez, como voy solita, bajo en tren..., porque el Talgo o el Altaria sigue siendo un tren -mientras que el AVE es otro pájaro diferente-. Cuando me encuentro confinada durante más de dos horas en un espacio reducido y con un montón de personas alrededor, primero intento leer, luego dormir y por último escuchar el reproductor de mp3.

Todo en vano; lo mejor y más divertido es observar al personal y escuchar sus conversaciones: son retazos de vida y retratos de personas sin nombre.

Casi siempre me he encontrado con algún grupo -normalmente masculino- que al ser numeroso, se desparraman por los asientos del vagón, y hablan y comentan para todos ellos a la vez, y así logran que el vagón entero se entere de sus chascarrillos.

Una de estas agrupaciones masculinas, y la mejor de todas, fue un equipo deportivo -yo conté que iban 11- que salía a jugar fuera. En las cuatro y pico horas de viaje hasta Jerez -ellos continuaron hacia Cádiz-, le dieron un "repaso" a toda la actualidad política, social y deportiva en un tono humorístico e inteligente admirable, por lo que concluí que el equipo no podía ser de fútbol -que son todos muy brutos-, aunque tampoco parecían muy altos para ser jugadores de baloncesto. Lo que estaba claro es que eran hombres de carrera y que leían todos los periódicos -a parte del Marca- y le sacaban sustancia.

Otro viaje, fue con un grupo de marineritos que volvían a casa de permiso -Cádiz y pueblos de alrededor. Y digo marineritos, porque eran unos alevines de marineros; debían estar haciendo la mili en algún barco y no tenían, ni demasiada experiencia, ni mucha familiaridad con el tren. El caso es que esa vez íbamos en Preferente, y ellos no sabían que en esta clase "superior" te dan copa y un almuercillo.

Como eran tan jóvenes y tan inquietos, al poco tiempo de subirse al tren se fueron todos para la Cafetería, aunque, no sé porqué, quedó atrás un retén que fue el que dio la voz de alarma cuando nos entregaron la hojita del menú. Fue enterarse de que tenían una copa gratis y un piscolabis, y les faltó tiempo para regresar corriendo a ocupar sus asientos. Allí se camelaron a las azafatas, y su copa gratis se convirtió en otra, y otra y otra... Al final, estaban tan contentos -por el alcohol y por la satisfacción que da todo lo gratuito- que empezaron con las gracias y los chistes. Ya sabéis como se las gastan los gaditanos... El viaje se me hizo corto, y por poco sigo de largo y me "largo" con ellos a Cádiz.

Este último viaje, no me reí nada de nada... en el tren; pero gracias al tren, y a otra agrupación masculina -chirigotera en este caso-, me reí mucho al día siguiente, a cuenta de los Espías de la GIA

Os presento a esta genial chirigota en mi primer video, grabado por mí y subido a YouTube. Ya sé que es muy regular -el video- pero la letra no tiene desperdicio.



Pude verlos tan bien y grabarlos, gracias a que coincidimos en el mismo vagón, y veinte minutos antes de bajarme en Jerez, me armé de valor y hablé con ellos. Algunas de sus caras me eran conocidas, y por lo tanto sólo podían ser Los Fantasmas, ya que es la única chirigota que he visto -varias veces- en Madrid. Yo esperé en vano, durante todo el viaje, que hicieran gala de su ingenio y nos amenizaran el trayecto. Pero cá, estaban molidos, cansados y cariacontecidos. Habían estado en dos actuaciones o fiestas privadas en Madrid, y no parecían muy satisfechos.

Pero el caso es que mi atrevimiento fue premiado con la noticia de su actuación al día siguiente en su ciudad -es muy importante conocer el sitio y la hora- y con el CD de su última participación en el Carnaval como Espías de la GIA.

Todavía estoy riéndome.

La Triniá risueña.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Por qué no hay que ir al Festival de Jerez

La única razón por la que no hay que ir al Festival de Jerez es bastante tonta.

Después de varios años de frecuentar Jerez de la Frontera durante las fechas del Festival, me he dado cuenta del peligro que se corre: aficionarse al ambiente y convertirse en una más de las figuras extravagantes que se pasean por los espacios flamencos de esa ciudad y que año tras año, reinciden, reaparecen y vuelven a mostrar sus manías y debilidades.

Yo ya no tengo salvación, pero quizá vosotros sí. Me he destacado lo suficiente para formar parte de la galería de freakies del Festival de festivales.

Desde el primer año que puse los pies en Jerez -debió ser por el año 2002- sigo viendo, año tras año, a algunos de estos personajes que me llamaron la atención entonces y que me siguen extrañando ahora.

No voy a hacer un relato completo de mis extravagantes festivaleros. Sólo mencionaré a dos de mis favoritos.

El más llamativo es el matrimonio francés que se sientan, año tras año y todos los días del festival, en las mismas butacas del Villamarta sin cruzar palabra. No sé muy bien porqué pienso que son matrimonio ni porqué son franceses, pues no creo haberles escuchado hablar nunca. Allí estaban en el 2002 y allí estaban los tres días del 2009 que estuve en el Teatro... y también todos los años intermedios: centraditos en su fila 5. Deben tener un abono permanente a esas dos butacas. Voy a proponer que les pongan su nombre a los asientos; así sabremos de dónde son, y si acaso son de Marte.

El grupo más dicharachero eran las tres amigas de Santander: tres damas trajeadas, elegantes y de armas tomar, que dejaban a sus maridos aparcados en casa y en el trabajo durante una semana o las dos del Festival, y se iban a correr una elegante juerga de baile y compás flamenco. Se veía que tenían dinero, y que aquello de Jerez era para ellas una minucia.

Se movían en taxi a todas partes, y como eran tres les debía salir la cuenta. A mí me daba mucha envidia porque yo iba sola, y me faltó poco para pedirles permiso para unirme a sus correrías. Asiduas, como yo, a las tertulias de la Bodega de San Ginés, allí me di cuenta de que arrasaban por donde pasaban, así que me retiré a un rincón para no ser atropellada. Los dos últimos años no hemos coincidido y... las he echado mucho de menos.

Mis propias extravagancias no os las cuento aquí: ya las estaréis viendo con vuestros propios ojos si frecuentáis el blog.

Las razones para ir al Festival de Jerez, no un año o dos sino muchos más, son abundantes y muy decisivas. En esta entrada no voy a hablar más que de una, la más importante para mí: la ocasión de entablar relación y amistad con almas que sienten el flamenco como yo.

Aquí tenéis esa razón, hecha cuerpo, que hace que me compense el desgaste económico, físico y emocional de viajar, año tras año, al Festival de Jerez: los amigos. Os presento a las mejores aficionadas del extranjero: la sordita de Údine y Paquita Chocolatera.


Os quiero mucho, pero no os perdono que el día que me vuelvo a Madrid y os dejo solas, sea el día que decidís continuar la juerga hasta las 5 de la mañana. ¿Qué os he hecho yo? ¿Son mis pies de plomo?

La Triniá de la Frontera

Jerez de la Guajira: primera crónica de un Festival

Llevo tres años despidiéndome del Festival de Jerez.

Cada año, cuando termina mi excursión jerezana de finales de febrero-principios de marzo, me digo que va a ser la última. Los razonamientos que me hago, os los contaré en otro momento, porque si no, no vamos a terminar en la vida. Tengo tantas cosas que contar que seguramente abriré una serie exclusivamente dedicada al Festival de festivales.

A lo que iba: yo decido que no he de volver a Jerez para el Festival, y cada año reincido y, para más "inri", en cada edición me lo paso mejor. Ésta del año 2009 no ha tenido un momentico malo: he estado rodeada de amigos, sonrisas y de muy buena suerte. Lo poco de la programación que he podido ver, creo que ha sido de lo mejor del Festival. La climatología cambió nada más que se anunciaba que yo llegaba a Jerez -bueno... no tanto.

En realidad en esta edición lo único que me planteaba era estar un rato con los amigos que normalmente no puedo ver en Madrid, y eso se ha cumplido plenamente. Pero es que, además, he tomado el sol, he comido de vicio, no me ha sentado mal ninguno de los vinitos que caté, y me he divertido muchísimo con todo lo que he visto y escuchado, que no ha sido poco.

He visto lo mejor que ha hecho la bailaora Rocío Molina hasta la fecha: su Oro Viejo. He acudido, gracias a mis amigas, a un local en el que no hubiera puesto los pies -por principio y por edad- de haber estado sola, para asistir a un concierto super eléctrico y rockero de Tomasito. He escuchado el mejor cante que se puede encontrar en Cádiz y Jerez en la actualidad, en... ¡El Teatro Villamarta!: David Palomar, Jesús Méndez, David Lagos y una cantaora que no conocía, y que no está nada mal: May Fernández.

El mundo está lleno de sorpresas, pues dónde no te lo esperas, salta la liebre, y mi liebre fue enterarme de que el domingo se celebraba en Cádiz el "Carnaval chico" y de conocer de antemano el lugar y la hora en que iban a actuar mis ídolos chirigoteros: los Fantasmas, Alegres Divorciados, o Espías de la Guatifó Intelligence Agency. Así, que el domingo estaba allí plantada, con mi amiga Asun, en la Plaza de San Agustín, para asistir a la actuación completa, y desde un puesto muy ventajoso, de la mejor agrupación chirigotera de Cádiz. ¡Cómo se puede ser tan bueno!

La otra liebre saltó en el Palacio de Villavicencio, en una actuación que no tenía programada ni comprada, pero con tiempo libre para matar decidí darle una oportunidad a una actuación de la que no esperaba gran cosa. Pues allí di con una figura que llevo tiempo buscando y que no encontraba: una guitarrista -mujer- que me guste de verdad. Su nombre es Laura González, y es cordobesa de Fernán Núñez, joven, guapa y profesora; éstas no son las razones por las que me gusta, sino por su recital de guitarra solista flamenca impecable -salvo los nervios iniciales al principio de su magnífica granaína- y por sus dedos y ejecuciones portentosos.

Me gustó mucho todo lo que hizo y cómo lo hizo, pero me quedo especialmente con la guajira con la que se despidió. Con esas digitaciones tan prodigiosos no necesita fuerza, y el recital acústico que nos ofreció, y al que no le faltó la emoción de los trémolos que a mi me ponen a morir, es de los que dejan huella y buen sabor de boca durante mucho tiempo. Espero que los amigos de Canal Sur -Portal Flamenco- hayan grabado el concierto entero y nos lo vayan poniendo en su programa. Yo, desde luego, se lo voy a pedir hasta que se aburran de mí.

Ya he encontrado y escuchado a una mujer guitarrista que me gusta de verdad y... a rabiar.

La otra guajira que me dejó tan admirada y con tan buen sabor de boca, o más, que la de Laura, fue la que nos bailó Rocío Molina en el Teatro Villamarta. No me voy a extender hablando de las excelencias de esta joven bailaora, porque todo el mundo lo hace y lo sabe hacer mejor que yo. Sólo diré -en esta entrada- que la joven Rocío es una bailarina "total", cabal, completa y, para mi, un clásico: alguien que ha alcanzado casi la consagración.

Aunque yo exagero siempre y mucho, en este caso tendréis que aceptar mi palabra de que... lo que digo de La Molina es totalmente cierto y sincero.

La Triniá.

jueves, 5 de marzo de 2009

Afición a los Miércoles Flamencos

Los Miércoles son flamenquísimos.

Ayer, miércoles, hubiera querido estar en Bilbao. ¿Qué tal les habrá ido a los protagonistas de La Música de los Espejos, a la cantaora Laura Vital y al poeta José María Velázquez?

El próximo, me gustaría poder estar en Málaga, en el Centro Cultural de la Calle Ollerías. Allí, dos buenos amigos y malagueños -Paco Roji y José Luque Navajas- van a presentar el Documental sobre la Repompa de Málaga. Espero que Paco añada más fotografías de la cantaora, que tiene un verdadero archivo. ¡Lo qué sabe ese chico del flamenco malagueño y de sus tablaos!


Desde Madrid, me conformo con escuchar todo lo que se pone de flamenco en la radio.

El lunes, José María Velázquez le dedicó bastante tiempo de su programa, Nuestro Flamenco, -¡Muchas gracias!- a mi disco favorito y estímulo para crear este blog: Café Chinitas (Hispavox 1964), con nuevos datos sobre la grabación y tres de los artistas que participaron en ella: Diego el Perote, Antonio de Canillas y Ángel de Álora. Sonaron muchas malagueñas, verdiales y fandangos.

Ayer miércoles, atendió a otros oyentes que pedían fandangos de Vallejo y Marchena, y lo hizo con mucha generosidad, porque me temo que no es él muy aficionado, ni a los fandangos, ni a estos artistas ¡Qué lata te damos, José María, con tanto fandango! ¡Mira qué somos pesa'itos...!

Aunque no podré estar en Málaga el día 11, intentaré hacer un hueco en mi aburrida y nada apretada agenda, para asistir ese día a la presentación del último libro de Alfredo Grimaldos en la SGAE. Grimaldos es amenísimo, divertido, buen escritor y además estupendo cronista flamenco; y como tiene tantos amigos flamencos, siempre nos obsequia con alguna actuación cantaora de las que no se encuentran en ningún sitio.

Eso sí, si la salud de mi madre lo permite..., este fin de semana me voy a Jerez a ver a mi "sordita de Udine", y a... Rocío Molina, y a Ángeles Gabaldón, y a Rafael Campallo y a mi paisano, Miguel Angel Berna.

¡Lluvia, por favor, hazme un sitito!

La Triniá de Mercurio

miércoles, 4 de marzo de 2009

El flamenco nació en el teatro

Artículo aparecido en el Diario de Sevilla (Edición digital) ¡No es mío!

El flamenco nació en el teatro

La editorial sevillana Signatura publica algunos de los hallazgos del grupo de investigación El Eco de la Memoria en la hemeroteca Díaz de Escobar de Málaga


Es una exposición sistemática, razonable y razonada, de los hallazgos llevados a cabo por el grupo de investigación El Eco de la Memoria, integrado por José Luis Ortiz Nuevo, José Gelardo, Miguel López, Eulalia Pablo, Pilar Pérez y el propio José Luis Navarro, además de otras colaboraciones puntuales, en la malagueña hemeroteca Díaz de Escobar. Así pues, debemos considerar esta obra un trabajo colectivo, aunque el que ha ordenado y nos ha presentado las noticias es Navarro. Los hallazgos son muchos, variados, y ayudan a perfilar una historia del arte flamenco en la provincia y capital malagueñas, es decir, del arte flamenco en general. A cada capítulo los tópicos de la vieja escuela flamencológica siguen cayendo y vemos como el flamenco alterna con el cinematógrafo, "agradable recreo" recién descubierto, con algunas películas coloreadas a mano, con barítonos, tiples, compañías cómicas y de baile, etcétera.

Esta sana promiscuidad contrasta con las postales trasnochadas y falsas de un mítico origen rural y étnicamente incontaminado que todavía resulta tan extendido en relación al origen del flamenco. Nuevos nombres que añadir a la nómina de flamencos decimonónicos y de las primeras décadas del siglo XIX nos salen al paso en este libro: la Hija del Loro, en los mismos albores de este arte, el Niño de Coín, Paco de Luna, Dolores Valdivia y un largo etcétera. Muestra de esta convivencia entre artes populares y académicos la encontramos en la garganta del mítico Canario Chico, que lo mismo canta malagueñas que guajiras o romanzas de zarzuelas. Los críticos de la época ponderan sus "maneras finas" y la "excelente afinación" de este cantador célebre. Eso sí, el Canario Chico, como otros intérpretes de la época, se hace acompañar sus malagueñas y guajiras y tangos de piano, lo que evidencia, una vez más deshaciendo tópicos, que el instrumento está unido a nuestro arte en los mismos orígenes del mismo: recuerdo una edición institucional de hace unos años de una de sus guajiras, una modernización en CD de uno de sus cilindros de cera, que lo consideraba un "anónimo tenor", cuando el Canario Chico fue uno de los cantaores más célebres de su época, y calificaba la grabación como "documento anecdótico". También nos encontramos con guitarristas como Adela Cubas, o a señoritas como María Lozano que canta malagueñas acompañándose ella misma al piano, y con unas noticias y gacetillas insertos en las publicaciones de la época que a veces nos presenta Navarro en facsímil. Respecto al repertorio, los cantos y las danzas populares, tradicionales y boleras se alternan con las primeras manifestaciones flamencas, en muchos casos como parte de obras teatrales populares como sainetes, tonadillas, juguetes cómicos, etcétera.

Una época tan fascinante como otras edades míticas propuestas para el origen de este arte, con la ventaja de contar con el respaldo documental que aporta autenticidad y marchamo científico a la teoría. Una época en la que a los cantaores de flamenco se les trataba de don y de "reputados profesores". Con este libro asistimos, en vivo y en directo, a los éxitos de Amalia Molina y al debut malagueño de Pastora Imperio, bailaoras y cancionistas, a los triunfos de Petra Camara, bolera y flamenca, Julian Arcas, académico y jondo, Silverio Franconetti, creador del cante flamenco; el cuadro carnavalero de las Viejas Ricas, la inclasificable Tórtola Valencia, La Argentina, La Niña de los Peines, Vallejo, La Argentinita, Cojo de Málaga, Ramón Montoya, La Niña de la Puebla, etcétera, primero en los teatros, luego en cafés cantantes tan populares como el de Chinitas y en las plazas de toros.

El libro sirve de apoyo documental a la tesis más extendida en los últimos años respecto al origen del flamenco: éste nace en el teatro, fruto mestizo de la escuela bolera, los bailes populares tradicionales andaluces, y el impulso etnicista y gitanista propio del espíritu romántico de la época. En la evolución histórica de este arte hay que darle la vuelta al esquema anterior que ponía el flamenco primero en el café de cante y luego en el teatro. Los cafés cantantes surgen en las últimas décadas del XIX en tanto que a finales de los 40 ya encontramos flamenco en el teatro.

martes, 3 de marzo de 2009

¡Pobre Miguel!

Ayer tarde decidí escuchar en directo (en internet) el programa de flamenco de Manuel Curao y Paco Sánchez, en su nueva etapa. Su programa de Canal Sur (Andalucía Radio) ha pasado de la noche, a la tarde de lunes a viernes de 17.00 a 18.00 horas. Era el primer día en este horario, y aunque los escucho descargando los podcasts de la bandeja de la radio al día siguiente, esa hora me viene muy bien para el directo. Es la hora del café y de la plancha, que es como mejor se escucha la radio.

Pues bien, ayer mientras planchaba las lavadoras del fin de semana, me entero, en las crónicas que Paco Sánchez está haciendo del Festival de Jerez, de que Miguel Poveda está causando una verdadera conmoción en la patria del flamenco: que si todos los artistas se rifan a Poveda para tenerlo de artista invitado..., que si toda la afición -mundial, nacional y local- se matan por hacerse con una entrada para ver y escuchar a Miguelito... Me lo van a volver loco.



No me sentí feliz ni tranquila, sino alarmada. El mundo de la afición flamenca se las pinta solo para encumbrar a sus artistas a las mayores alturas estratosféricas, para luego, por un "quítame allá esas pajas", dejarte caer en el ostracismo y abandono más lamentable.

Miguel Poveda tiene méritos suficientes para estar en dónde está, pero tanto revuelo es sospechoso... de curiosidad morbosa. Tengo miedo por Miguel, que aunque no parece que nunca vaya a ir de divo, el halago desmesurado e insincero puede, finalmente, hacer mella. Miguel es un gran cantaor -referente para otros jóvenes cantaores-, con sello propio y múltiples recursos; un joven afectuoso, generoso y buena persona, pero con una vena frágil -que intuí en otras épocas- muy peligrosa.

Espero que no me lo maltraten. Si tanto les gusta, que le ayuden a crecer en su arte y no en su ego; que no lo utilicen, porque ahora sea útil; que vean lo que necesita, ahora y en el futuro.

Bueno Miguelito, como dice la copla: "Cuando ya nadie te quiera / ven a mí que yo te querré"

La Triniá agorera.

lunes, 2 de marzo de 2009

Cantes de Levante, Llaves y Música de los Espejos

Algunas noticias de mucha actualidad, la mejor cita de esta semana -con permiso del Festival de Jerez- y unas reflexiones sobre las Llaves de oro del cante.

La cita más interesante de la semana, para mí, va a estar en... Bilbao, el miércoles día 4 de marzo: La Música de los Espejos. Este invento de José María Velázquez-Gaztelu de emparejar a un poeta y a un cantaor/a flamenco/a tiene un "no sé qué" que hace que deje huella profunda en una, no sólo lo contemplado, sino, también y sobre todo, lo escuchado. El lenguaje poético y el musical caminando de la mano no tiene parangón en ninguna otra experiencia estética.

Este miércoles, los protagonistas van a ser el propio José María y una cantaora que me gusta mucho: Laura Vital. Tengo en mp3 casi todos los encuentros que se han producido en esta divina "Música de los Espejos", así que si alguien está interesado, recorto un cachito y lo cuelgo en los podcasts de la Porverita.

Aquí tenéis una foto del primer encuentro: José María Velázquez, Miguel Poveda y Juan Carlos Romero. ¡Oh, noche mágica!



La novedad es la aparición de la 15ª entrega de Predicando en el Desierto, dedicado a los Cantes de Levante. Cuando escuche el programa varias veces y con atención, intentaré hacer un comentario. Anoche, escuché un poco por encima, mientras me iba a la cama, la primera parte, y mientras me dormía me puse a pensar en el dichoso tema de la Llave de Oro del Cante, porque el Predicador sacó el tema.

El asunto de la, tan traída y llevada, Llave de Oro del Cante me parece que se lo ha sacado de quicio, y que se la ha dado la importancia que en un principio no tenía.

Las primeras llaves, a Tomás el Nitri y a Manuel Vallejo, me parecen juegos de amigotes que buscan excusas para reunirse en "cuchipandas" y hacerse fotos. Lo hacemos todos. Es como los premios que concede el amigo Alfonso Eduardo: nadie se los puede tomar en serio. Formas de divertirse con los amigos.

Pero llegó la "razón incorpórea" y los políticos: la cosa se puso seria, y se fastidió. En vez de una celebración jocosa entre amigos, se convirtió en un arma arrojadiza. Es mejor pasar a otra cosa.

¿Qué os parece una Escoba de Palo al blog flamenco más idiota?

La Triniá

domingo, 1 de marzo de 2009

Lecturas y flamenco en el Café Silverio

De buena os habéis librado.

He encontrado en internet -o más bien, me ha encontrado él a mí- el blog que me gustaría escribir y un alma casi gemela. Aunque es sevillano -bueno, "morisco" que no parece ser la misma cosa- me ha caído de pie y a vosotros, lectores, os ha caído la lotería. No voy a tener que hablar de literatura ni recomendaros lecturas. Lo va a hacer él por mí, y lo hace desde el conocimiento, la sensibilidad y la buena palabra.

Tampoco de arte sé nada de nada, aunque me chifle, y él, también domina el tema. Es sobrino de uno de mis artistas plásticos y flamencos favoritos: Francisco Moreno Galván. Así que los amigos aficionados al arte y lectores del Barrio, estáis también de enhorabuena.



Se trata de un blog que tiene menos tiempo que el mío, pero mucha más sustancia: Café Silverio. Sin llegar a leer todas las entradas, que todo llegará, lo poco que he leído es tan bueno y tan sentido, que ya lo he puesto en la lista de mis blogs favoritos, y he suscrito el Barrio a sus entradas. Irán apareciendo, debajo de las del Barrio. Allí tenéis también las subscripciones a los programas de radio de Nuestro Flamenco y Predicando en el Desierto.

Lo primero que voy a hacer mañana, lunes, es ir a la tienda de el Flamenco Vive -que son amigos, buenos flamencos y mejores personas- a comprar su libro "Jondo", pues detrás de Café Silverio está Juan Diego Martín Cabeza.

La Triniá, que se va a poner a leer como loca

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