viernes, 13 de marzo de 2009

El Festival empieza... en el tren

No estoy muy inspirada hoy, y posiblemente no lo esté en mucho tiempo.

La razón es que he empezado a leer... lo que escriben otros, y me ha entrado una vergüenza de muerte.

Después de comprobar lo bien que escriben otros -de cualquier cosa- me cuesta empezar a poner una palabra detrás de otra. Yo tengo que escribir a toda velocidad, sin pensar lo que me está saliendo, y no dejar reposar el texto mucho tiempo..., porque si no, el borrador se queda enquistado y esperando ser publicado. Si lo reviso dos días después, no encuentro ningún motivo para darlo a la luz.

Pero bueno..., el ejercicio de parir idioteces me divierte mucho y me sirve de terapia, y a algún lector le hará pasar un rato tonto.

Hoy querría hablar de los viajes en tren como fuente de conocimiento.

Siempre que voy al Festival de Jerez, como voy solita, bajo en tren..., porque el Talgo o el Altaria sigue siendo un tren -mientras que el AVE es otro pájaro diferente-. Cuando me encuentro confinada durante más de dos horas en un espacio reducido y con un montón de personas alrededor, primero intento leer, luego dormir y por último escuchar el reproductor de mp3.

Todo en vano; lo mejor y más divertido es observar al personal y escuchar sus conversaciones: son retazos de vida y retratos de personas sin nombre.

Casi siempre me he encontrado con algún grupo -normalmente masculino- que al ser numeroso, se desparraman por los asientos del vagón, y hablan y comentan para todos ellos a la vez, y así logran que el vagón entero se entere de sus chascarrillos.

Una de estas agrupaciones masculinas, y la mejor de todas, fue un equipo deportivo -yo conté que iban 11- que salía a jugar fuera. En las cuatro y pico horas de viaje hasta Jerez -ellos continuaron hacia Cádiz-, le dieron un "repaso" a toda la actualidad política, social y deportiva en un tono humorístico e inteligente admirable, por lo que concluí que el equipo no podía ser de fútbol -que son todos muy brutos-, aunque tampoco parecían muy altos para ser jugadores de baloncesto. Lo que estaba claro es que eran hombres de carrera y que leían todos los periódicos -a parte del Marca- y le sacaban sustancia.

Otro viaje, fue con un grupo de marineritos que volvían a casa de permiso -Cádiz y pueblos de alrededor. Y digo marineritos, porque eran unos alevines de marineros; debían estar haciendo la mili en algún barco y no tenían, ni demasiada experiencia, ni mucha familiaridad con el tren. El caso es que esa vez íbamos en Preferente, y ellos no sabían que en esta clase "superior" te dan copa y un almuercillo.

Como eran tan jóvenes y tan inquietos, al poco tiempo de subirse al tren se fueron todos para la Cafetería, aunque, no sé porqué, quedó atrás un retén que fue el que dio la voz de alarma cuando nos entregaron la hojita del menú. Fue enterarse de que tenían una copa gratis y un piscolabis, y les faltó tiempo para regresar corriendo a ocupar sus asientos. Allí se camelaron a las azafatas, y su copa gratis se convirtió en otra, y otra y otra... Al final, estaban tan contentos -por el alcohol y por la satisfacción que da todo lo gratuito- que empezaron con las gracias y los chistes. Ya sabéis como se las gastan los gaditanos... El viaje se me hizo corto, y por poco sigo de largo y me "largo" con ellos a Cádiz.

Este último viaje, no me reí nada de nada... en el tren; pero gracias al tren, y a otra agrupación masculina -chirigotera en este caso-, me reí mucho al día siguiente, a cuenta de los Espías de la GIA

Os presento a esta genial chirigota en mi primer video, grabado por mí y subido a YouTube. Ya sé que es muy regular -el video- pero la letra no tiene desperdicio.



Pude verlos tan bien y grabarlos, gracias a que coincidimos en el mismo vagón, y veinte minutos antes de bajarme en Jerez, me armé de valor y hablé con ellos. Algunas de sus caras me eran conocidas, y por lo tanto sólo podían ser Los Fantasmas, ya que es la única chirigota que he visto -varias veces- en Madrid. Yo esperé en vano, durante todo el viaje, que hicieran gala de su ingenio y nos amenizaran el trayecto. Pero cá, estaban molidos, cansados y cariacontecidos. Habían estado en dos actuaciones o fiestas privadas en Madrid, y no parecían muy satisfechos.

Pero el caso es que mi atrevimiento fue premiado con la noticia de su actuación al día siguiente en su ciudad -es muy importante conocer el sitio y la hora- y con el CD de su última participación en el Carnaval como Espías de la GIA.

Todavía estoy riéndome.

La Triniá risueña.

4 comentarios:

Otoski dijo...

MIla, claramente van de inspector Cluso de la peli de la pantera rosa ¿o no?

Anónimo dijo...

Si tú lo dices, será cierto.
Yo tengo mu' poca cultura cinematográfica.

Para mí que van de "carne" de cañón, por todo el papel de estraza que llevan encima.

La Triniá

Otoski dijo...

No son buenos, son "los meores, lo meores picha!!!

Anónimo dijo...

Qué sí, que sí, que son ÚNICOS, y por supuesto los MEJORES.

Se me olvidaba..., son también una Chirigota CALLEJERA, no del Falla.

Triniá

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