jueves, 18 de junio de 2009

Cantaoras: María Vargas

Hace unos días he escuchado en el programa de Juan Verdú, Madrid Flamenco, que la cantaora María Vargas quiere regresar a los escenarios.

Me parece de perlas y quiero ayudarla en todo lo que pueda.

Ha sido una de las grandes cantaoras del siglo pasado, y tuvo el privilegio de ser el primer artista al que Rito y Geografía del Cante le dedicó un programa monográfico, que se emitiría en agosto de 1972. Capítulo de la serie de televisión que os recomiendo, y del cual os pongo los videos que de ella he subido a YouTube: sus magníficas soleares, y su cante bandera, las romeras; en ambos casos, la guitarra sin par de Manolo Sanlúcar (1972)

De María Vargas, nos dice José Manuel Gamboa en su Guía libre del flamenco (2001):
María Vargas (María Vargas Fernández). Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, 1947)

Esta gitana comenzó cantando de niña, y con entidad. Esa precocidad ha hecho que su nombre esté asociado más a una generación precedente, como la de La Paquera o la Perla de Cádiz, que a la que le correspondía. Con tan solo doce años alcanzó la fama, al participar con resonante éxito en el homenaje que Jerez tributó a Manuel Torre y Javier Molina. Aquel año de 1959, también obtuvo un premio en el prestigioso
Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba.

Durante los años 60s y 70s, María fue una estrella en los principales tablaos madrileños. Apenas llegó a la capital, realizó las primeras grabaciones. En la incial, le acompañaba al compás y los jaleos el mismísimo Terremoto de Jerez. Junto a su pariente Antonia, La Perla de Cádiz, cantó a diario en el tablao de Manolo Caracol,
Los Canasteros, un número singular que está recogido en vinilo: unas alegrías al unísono.

La obra grabada de María Vargas es inmensa y multicolor, habiendo sido acompañada por las mejores guitarras: Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar, Melchor de Marchena, Paco Cepero, Manuel Morao... Difícil es encontrar un cante del que María no nos haya dejado una muestra sonora. Su repertorio abarca desde los estilos rítmicos -incluidas rumbas y canciones-, hasta las seguiriyas de mayor enjundia, que de chica escuchaba a su padre, un destacado aficionado.

Tras su boda, se abrió un largo paréntesis en la carrera de María Vargas, que dejó tablaos y sus habituales comparecencias en los festivales andaluces. Volvió de la mano de Alejandro Sanz, cuando todavía era un completo desconocido, que le produjo, junto a Miguel Ángel Arenas, un par de LPs. Regresó a actuar en
El Café de Chinitas y a los grandes escenarios.

La voz de María Vargas es de una flamencura indiscutible, con el poderío y la sensualidad cantaora de su tierra. Reside en Madrid.
José María Velázquez-Gaztelu, en la reedición de Rito y Geografía del Cante (Círculo Digital, 2005) nos dice de esta cantaora:
Descendiente de Tomás el Nitri y de los Frascola, nieta del cantaor aficionado y herrero Juan Vargas, intérprete de martinetes, hija de Manuel Vargas, a quien considera su maestro, prima hermana de Cristobalina Suárez, tía de la cantaora y bailaora Aurora Vargas y sobrina de La Perla de Cádiz, comenzó a cantar desde muy niña en reuniones familiares y fiestas locales, casi siempre acompañada de su paisano Manolo Sanlúcar.

Con 12 años ya actuó en un homenaje en memoria de Manuel Torre y Javier Molina, que se celebró en el Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera, una ciudad que con su
Cátedra de Flamencología a la cabeza acogió desde el primer momento a María, apoyando su carrera artística y concediéndole diversas distinciones, como el nombramiento de reina de los I Juegos Florales del Flamenco en 1969, o la Copa Jerez.

Después de haber obtenido un premio en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, marchó a Madrid, donde inició su trayectoria definitivamente profesional en distintos tablaos, como Los Canasteros, Torres Bermejas, Las Brujas, El Corral de la Morería y, sobre todo,
El Café de Chinitas, al que María ha vuelto año tras año.

Con un sonido muy personal y completo repertorio, su cante alterna secuencias de emoción contenida, en una dicción sugerente y pausada, con momentos arrebatadores, siempre dominando, con soltura y gallardía, el compás de fondo de los estilos festeros propios de su tierra gaditana.
Discografía básica:

  • Los Canasteros. Una noche en el Corral de la Morería. En directo y en el tablao. (Grabaciones de 1964. Universal, 1999)
  • María Vargas. Juerga Flamenca (Reedición de Doblón, 1994)
  • Reina del cante gitano (CBS, 1970. Reedición de Columbia, 1999)
  • María Vargas y la guitarra de Paco de Lucía. (Grabaciones de 1973)
  • Ríos de Primavera. (Virgin, 1990)
  • El ruido de las olas (Virgin, 1991)
Os dejo con el cante de María Vargas en aquel 1972:



2 comentarios:

Sanlúcar dijo...

¡¡Un millón de gracias por acordarte de ésta estupenda cantaora Sanluqueña!!!(Y por recordarla tan bien acompañada)

Porverita dijo...

A ver si es verdad que vuelve a cantar María Vargas?

¿De dónde te has sacado ese nombre, "Sanlúcar"? ¿Eres de allí?

Si es que sí, ¡Qué envidia, chiquilla!

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