jueves, 1 de octubre de 2009

Cumpleaños de la Peña JB y del Museo

Mañana, día 2 de octubre, hay que celebrar dos cumpleaños: el de una madre -la Peña Juan Breva, que cumple 51 años- y su criatura, el Museo de Arte Flamenco JB, que cumple 1 añito.

Ese aniversario del Museo es también el de mi primera visita a la Peña Juan Breva. Acudí gustosa, desde Madrid, a su inauguración, e hice que mi amiga italiana, Marina, acudiera desde Sevilla que estaba allí de Bienal.

Fue un día para recordar: por el bautizo del Museo, por la satisfacción que mostraba su mayor valedor -José Luque Navajas-, porque estreché amistades y porque asistí a mi primera fiesta en la Peña malagueña. En esa fecha comienza mi obsesión por el flamenco malagueño.

Las instalaciones del Museo están muy bien, los paneles informativos van al grano y se leen con gusto y rapidez -una manera de hacerse con la historia de los cantes de Málaga sin tener que ojear un tocho de muchas páginas-, y los fondos del Museo, que yo conocía por los catálogos de las exposiciones que ha organizado la Peña, son estupendos.

Aunque dispone de dos grandes salas en sendos pisos del edificio que alberga también las instalaciones de la Peña, no puede exhibirse todo lo que atesora. La selección de los materiales no es la mejor posible, y yo habría excluido algunas de las cosas que ocupan lugares muy visibles y echo en falta otras que, después de ver los catálogos, me gustaría poder contemplar en directo.

No sé si es cierto, pero me lo parece a mí: que después de la colección de grabaciones en placas de pizarra, y discos de vinilo, una de las mejores cosas del museo, junto con los carteles de Eugenio Chicano, es la colección de fotografías. Arriba os he puesto una del Cojo de Málaga con su hija, y ahora os pongo un vídeo en dónde canta, ya hecha una abuela, esa Paca hija del Cojo. Pertenece a la serie de Rito y Geografía del Cante.



Hace poco, en Sevilla, me enteré de que Ángel Luis Cañete tiene una magnífica colección de guitarras, pero que no está en Málaga, sino en Italia alquilada. El Ayuntamiento de Málaga tendría que plantearse adquirir la colección y facilitar la creación de un Museo de la Guitarra y unir fuerzas y colecciones flamencas en una sola localización; de esa forma se podría dotar de personal especializado y dedicado al servicio del museo, y rentabilizar los recursos humanos.

Mañana le pondré una velita a un pastel pequeñín, la soplaré y brindaré a la salud de, y por un estupendo futuro para, el niño malagueño: El Museo de Flamenco de la Peña Juan Breva, aunque me tenga que saltar el régimen una vez más.

Salud

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pastel pequeñín, endispué de lo que ha costado que esa madre pariera a su hijo.

Una tarta de 2 kgs habría que tomarse.

Un año, ¿perdido?, un cumple sin sabor, ya que hablamos de dulces.
Renovar o morir.


Bueno ... FELICIDADES

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