No pensaba escribir del acontecimiento porque su calidad no necesita publicidad, y porque el público que llenó la sala y aplaudió a rabiar, es suficiente señal de que la gente ya está enterada de lo que merece la pena.
Estuve viendo el espectáculo el jueves pasado y salí entusiasmada, no sólo por la danza de la bailaora y bailarín, siempre en su punto, sino porque la Música -con mayúscula- y los músicos fueron siempre extraordinarios, y quiero mencionarlos a todos, pues desde el cantaor, la pianista, la voz árabe, la guitarra... TODO y TODOS transmitieron al baile, a la danza y al movimiento esa fuerza y esa emoción que sólo la buena música bien interpretada es capaz de mover y conmover:
- Piano: Barbara Drazkowska.
- Cante: Ismael de la Rosa.
- Voz árabe: Mohammed el Arabi-Serghini.
- Guitarra: "Fyty" Carillo.
- Violín: David Moñiz.
- Percusiones: Chema Uriarte.
Yo no sé de danza, como el crítico de El País, pero reconozco cuando un espectáculo musical está montado con esmero, calidad y dignidad.
No entiendo lo que pretende con una crítica tan despiadada de la gente que arriesga su talento para hacer "cosas nuevas" y dar un espectáculo "popular" y aplaudible. Me he puesto a pensar en lo que él consideraría un espectáculo "genial" y me temo que como disiento tanto de lo que él ha escrito en esta ocasión, la próxima vez haré... todo lo contrario a lo que él proponga.
Así que no me voy a dejar influir por el crítico de El País, que tituló su crónica Dinero. ¿Por qué le dolerá tanto el dinero?
¿Hay algún problema en que se subvencionen o programen espectáculos populares y de calidad en los teatros públicos? ¿o es mejor programar "genialidades" minoritarias, rayando el bodrio experimental, de los bailarines que nuestro crítico crea que están en la vanguardia, pero que dejen el teatro vacío?
Nunca es tarde para rectificar y creo que debo una disculpa a aquellos a quienes no creí cuando defendían, contra el crítico, el espectáculo de Rafael Amargo y Pilar Tábora de este verano en ese mismo teatro; fantástico teatro además, en visibilidad, acústica y belleza, al menos la Sala Roja, y con precios más que populares. No debí hacer caso del crítico, y sí del público que hablaba bien y disfrutó con ellos.
Quizá aquel espectáculo estuvo tan bien programado como éste de ahora.
¿Alguien sabe qué le pasa a Roger Salas?
4 comentarios:
Sucede que ese señor que escribe en El País vende sus letras al mejor postor. Que lo digan aquellos que hacen espectáculos que lo incluyen como vestuarista o como asistente de lo que sea, sólo para conseguir que este hombre escriba a favor de ellos. O esos festivales sin importancia, perdidos y muy malos que en Italia lo tratan como a una majestad y él agradece con textos laudatorios. ¿Dinero? El que él busca en cada lìnea que escribe. Este hombre ha cercenado carreras, extirpado esperanzas, obstruido proyectos. Lleva el karma del envidioso, del mezquino. Es el peor de todos y el más prepotente. Su gusto quedó anclado en Alicia Alonso. Fuera de ella, lo desconoce todo. No sabe de danza contemporánea. No entiende de la vida escénica de estos días. En fin, es un gran ignorante y la peor enfermedad de la danza española. Creedlo, la peor.
Gracias Anónimo: no te has callado nada.
Mi perplejidad ahora la produce las razones por las que un periódico de prestigio como El País, mantenga en la crítica de la danza a un personaje así.
Yo he sido una de esas espectadoras maravillada ante tanta belleza de espectáculo, de música y de la danza hermosísima de estos dos artistazos. La gente en pie de un vuelco nada más terminar gritando bravos con todas las ganas. ¿Acaso todo el público que lo apreciamos y gozamos con ello somos unos idiotas e ignorantes? qué horror de hombre!
Hola Mai,
Pues sí: al leer las cosas del crítico de El País una se siente insultada, como dices tú, por idiota y por ignorante.
Esta es la última vez que lo leo. La próxima vez pasaré corriendo por encima de sus críticas.
¿Qué día viste tú el espectáculo de Dunas? Yo fui el jueves y vi en el patio de butacas al director de la Bienal de Sevilla; seguramente si aplaudió mucho, será otro ignorante como nosotras.
Besos
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