Los flamencos madrileños no son tan "modernos" como los de Barcelona, o al menos no tanto como los de la Sociedad Flamenca Barcelonesa "El Dorado", pero también programan buen flamenco... a veces.
El próximo jueves,
27 de enero, tenemos a
Rafael Riqueni en la
Sala Clamores, que con esto de la ley antitabaco puede resultar una delicia escucharlo en una sala pequeña que solía ponerse de humo como una locomotora de vapor que mandara el humo para los vagones. Yo muchas veces he salido enferma, con los ojos llorosos -y no por los quejíos flamencos- y la garganta estríada. Así que la cosa se va a poner muy cómoda. ¡Ojalá también Rafael se sienta cómodo!
El viernes,
28 de enero, tenemos a un malagueño -creo- en la
Peña Duende del Pozo del Tío Raimundo:
Luis Perdiguero, con la magnífica guitarra -que no hay que perderse- de
Antonio Carrión, aunque la Peña Juan Breva de Málaga lo haya declarado "persona-non-grata" -a este último, no al Perdiguero. Cualquier día hablamos de este peliagudo tema.
Difícil se pone elegir flamenco ese viernes,
28 de enero, en Madrid, pues a
Rivas Vaciamadrid viene
Duquende, con un guitarrista tan bueno como el Carrión, por más señas y nombre:
Chicuelo.
Buen provecho.
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