Por fin he conseguido alguna de la información que buscaba sobre el paso del etnomusicólogo Alan Lomax por Andalucía, en 1952, y he de decir que me ha decepcionado algo.
Resulta que este personaje izquierdista visitó y recorrió toda España durante varios meses en el año 1952, no por propia voluntad, pues la España de Franco le revolvía el estómago, sino por imposición de la BBC británica para la que estaba trabajando en ese momento.
La BBC le encargó un trabajo de campo sobre el folklore en España, y aquí se plantó el americano con su equipo de grabación -buenísimo para aquellos tiempos- y con el grabó y documentó bastante bien la música tradicional de algunas regiones como León y Galicia, Aragón y País Vasco, Valencia y Baleares, Extremadura...
También recorrió Andalucía y tenía mucha curiosidad por conocer qué folklore había registrado en esta parte de la España de mis amores. Sé qué buscó y contactó con la gente más capaz y mejor informada para que le asesoraran en la selección de las muestras más genuinas del folklore peninsular y balear, y me preguntaba qué le habrían señalado y registrado en Andalucía.
No tengo toda la información, pero de la que he descubierto resulta algo decepcionante qué nadie le hablara de los Verdiales de Málaga. Yo tenía la esperanza de que los Fandangos de Comares que titulaban uno de los fragmentos recogidos en una primera antología de las músicas grabadas en España que realizó para la Biblioteca del Congreso, - "World Library of Folk and Primitive Music. Vol. IV"- fueran en realidad unos verdiales.
Pero... ¡ca! Resultan ser unos fandangos folklóricos como los de la Sección Femenina y además grabados en Cádiz por una agrupación no malagueña. Son bonitos pero no son verdiales. Por esa misma época, Edgar Neville sí que dio con ese tesoro oculto en los Montes de Málaga: La panda de Salvador Molina "El curita".
Aquí podéis escuchar la muestra de música andaluza que seleccionó para el volumen dedicado a España: Fandangos, Bulerías y Sevillanas. No he incluido las muestras del ritual religioso -saeta y villancico- que a la Porverita, en general, no le emocionan "na de ná"
Es una lástima que nadie le hablara de los verdiales, porque si hubiera escuchado una Fiesta de Málaga del año 1952, igual se había quedado a vivir para el resto sus días en los Montes, a pesar de la vigilancia y seguimiento de la Guardia Civil.
Eso sí, le dio tiempo a grabar unas bulerías en... la patria de las bulerías: Jerez de la Frontera.
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