Aún estoy en Sevilla -al menos de cuerpo- pero mi corazón lo tengo muy repartido entre la ciudad que me acogió de joven -Madrid- y la que me acoge cada día de mi edad adulta -Málaga.
No sé cómo me he "metido" en esto, pero al correo de la Porverita han empezado a enviarle "noticias" de toda la actividad flamenca que se mueve en Málaga, y ahora, además de perezosa y extravagante, estos envíos van a sacar lo peor de mí: la envidia.
Hoy empieza un ciclo de conferencias ilustradas con cante, sobre los "Cantes de Málaga", que no se puede perder ningún buen aficionado. Espero que Salvador Pendón os hable un poco de todo lo que sabe de los verdiales.
Hoy, en la Bienal, se presentaba un espectáculo sobre la Extremadura Flamenca. Dentro de dos años, quiero yo ver una presentación de la Málaga cantaora.
¡Quién pudiera recorrer toda la geografía malagueña y todas las Peñas Flamencas, escuchando cante y aprendiendo todo lo que ignoro de los cantes de Málaga! Pero, si conocer a algunos buenos elementos de la Peña Flamenca de Almáchar ya me está dando mucho "trabajito", no te cuento el "lío gordo" en que se iba a meter la Porve para agradecer y hacer honor a la expléndida hospitalidad malagueña. Tendría que pedir una excedencia en el trabajo, y una transfusión de sangre.
viernes, 24 de septiembre de 2010
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1 comentario:
En Madrid envidiamos tanto movimiento. Quién pudiera!!!!
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