El miércoles día 21 de enero de 2009 me dí plena cuenta de lo imprescindible que es internet para la radiodifusión del siglo XXI y para la difusión del flamenco. También me dí cuenta... de lo chalada que estoy: chalada y enganchada a la radio. Desde las nueve de la noche del miércoles a la 1 de la madrugada de hoy, jueves, empalmé 4 horas de radio, flamenco e internet, en este orden:
- Los Caminos del Cante, en Onda Jerez.
- Flamencología, en Canal Sur.
- Círculo Flamenco, en Radio Círculo en internet.
- Nuestro Flamenco, en Radio Clásica..., en la radio de toda la vida.
Radios que antes no podía escuchar, por emitir de forma local, están a la disposición del mundo mundial cibernético. ¡Qué invento! A veces, cuando me entero, escucho incluso programas de música flamenca realizados desde Alemania, por el amigo Ivens.
A las 21 horas me senté en internet y me conecté a Onda Jerez radio. Ésta es la hora de emisión del programa de José María Castaño, Los Caminos del Cante, que sale al aire todos los días, de lunes a viernes, de 21 a 22 horas.
Ayer se pudo escuchar una breve participación de Miguel Poveda, en intercambio con el periodista Alberto García Reyes, durante el ciclo Presencias Flamencas que se celebra en el Campus de Jerez de la Universidad de Cádiz. Me dio mucha envidia y hubiera querido presenciar y escuchar toda la intervención, pero algo es algo, y un poco es mejor que nada. Los Caminos del Cante suelen grabar estos intercambios a los que no podemos asistir el resto de los humanos... aficionados.
Os recomiendo, sobre todo, las tertulias de cabales de los lunes. Son divertidísimas. Como ejemplo os pongo el enlace a la 1ª parte de la tertulia dedicada a Manolo Caracol.
http://www.loscaminosdelcante.com/tertulia-manolo-caracol-i/
Después, tenemos en la cadena Radio Andalucía de Canal Sur, de lunes a jueves, el programa de Paco Sánchez y Manuel Curao, Flamencología. No sé en qué horario se emite, pues he dejado de escucharlo en directo, pero creo que es de 22 a 23 horas. Desde hace bastante tiempo, me conecto a la página de Canal Sur, entro en la bandeja de la radio y allí tengo en mp3 los programas de los dos últimos meses. Siempre escucho el del día anterior.
Los puntos más fuertes de Flamencología son la gran cantidad de música en directo que ponen, ya que tienen a su disposición todo el archivo de lo que graba Canal Sur, y la actualidad rabiosa de lo que tratan.
Como ejemplo, os pongo el enlace al programa de anoche, día 21 de enero, en la que recuperan una de las raras entrevistas concedidas por Ramón de Algeciras.
http://www.canalsur.es/html/bandeja/flamencologia_20090121.mp3
A las 23 horas, en Radio Círculo, que emite desde el Círculo de Bellas Artes de Madrid, también en miércoles, escucho en la radio o en internet el programa Círculo Flamenco de Alejandro Escribano.
Y por último, mi favorito, mi maestro y mi alimento flamenco-espiritual de los últimos años: Nuestro Flamenco, de José María Velázquez-Gaztelu en Radio Clásica, Radio Nacional de España. Antes se emitía los sábados por la noche, pero ahora ha pasado a los lunes y miércoles, de 12 de la noche a 1 de la madrugada.
Anoche, miércoles, José María entevistó a José Luis Ortíz Nuevo con ocasión de la reedición del libro "Las mil y una historia de Pericón de Cádiz" Ya no sé qué palabras utilizar, para recomendaros que no os perdáis esa sabrosa entrevista. ¡No os la perdáis!!!!
No os pongo ningún enlace, pues el propio blog Barrio de la Triniá está subscrito a este fantástico invento de los podcasts, y debajo de la lista de entradas del blog, aparecen los enlaces a los 5 últimos programas de Nuestro Flamenco.
Si todo va bien, el programa dedicado a Ortiz Nuevo, aparecerá en cualquier momento.
La loca Triniá por la radio.
Fabián de Castro († 1949)
Hace 4 días
2 comentarios:
El programa de "Nuestro Flamenco" con la entrevista a José Luis Ortíz Nuevo y su obra sobre Pericón de Cádiz, ya está en los enlaces al programa de Radio Clásica, bajo la entrada Pericón de Cádiz.
Ha tardado más de la cuenta, pero ya está disponible en internet.
Otro sambenito Andaluz (Fernando quiñones, informaciones 7/12/1978)
" Estoy concluyendo un libro de relatos: hombres y mujeres de pueblo andaluz, entre los tres y los ochenta años, cuentan sendas historias en primera persona.
El trabajo exigia escoger entre dos formas de redacción. Una transcripción fonética (por ejemplo escribir " deh´que zupe" en lugar de "desde que supe"). Otra, la forma dialectal, escribiendo en castellano limpio el habla y las expresiones populares del sur. Como eran evidentes las complicaciones de la primera fórmula y la desnaturalizada falsedad de la segunda (imposible leer que una prostituta malagueña o un pescadero gaditano, que están hablando a su aire, digan en neto soriano o burgalés "mire usteD, poR favoR"), tiré por un camino de en medio, por el de una escritura convencional y flexible, cuyos resultados, que desconozco, puede que satisfagan a unos y choque a otros.
Creo de lleno en la expresión verbal andaluza, aunque no como en una lengua, sino como en un habla que ya es mucho. Pero lo que quería señalar aquí es que una de las razones básicas -la mayor razón seguramente- por la que abandoné la interesante transcripción fonética, es decir la reproducción cabal de la pronunciación andaluza, fue porque, aparte de sus dificultades de lectura, aquello podía sonar a cómico aun en los pasajes más dramáticos de los relatos.
En nuestro siglo y el pasado, el teatro infimo, los chistes baratos, el cine español de pandereta, el indeseable halo de "la grasia" a troche y moche, la despectiva actitud de un centralismo y un nortismo tan "serios" como rapaces, la burriciega identificación de los andaluces, no con un pueblo muy frecuentemente ingeniosos y vital, sino con unos divertidos infelices que se pasan la vida diciendo "ozú, chiquiyo" o cantiñeando flamenco, han espesado, a escala nacional, un trabajo que venía ya de muy atrás, del siglo de Oro y de los viajeros románticos. Un triste trabajo al que hay que ir demoliendo a toda prisa.
Nada más penoso -y también me ha ocurrido y me ocurre, con personas de estimables nivel cultural e inteligencia- que la imitación lingüistica del andaluz por parte de quien no lo es. Así, por el hecho de ser yo andaluz me ha hablado (pretendido hablarme) mucha gente: incluso con el "ozú chiquiyo" por delante. Al margen de lo tristemente mal que lo hacen, y del flanco de inadecuación y tontería que ello comporta a no ser que haya de por medio una muy larga confianza, tal operación aun realizada sin gota de mala fe, señala con toda claridad cuán extendida está todavía una imagen superficial, deleznable, más que sobrepasada, del ser andaluz. Y así lo señala también el problema expresivo de mi libro, que, de haber reflejado el decir catalán, o gallego, o vasco, hubiera podido correr cualquier albur menos el de parecer una jocosa españolada.
La del lenguaje es, pues, una forma de marginación como otra cualquiera, ejercida muchas veces incluso desde una inocente actitud de simpatía pero, en el fondo, no exenta de ciertos desdén e incomprensión subconscientes, aunque ambos no se basen más que en el hecho de anteponer la dichosa "sal" al drama amargo de mi tierra, plagada de problemas y expolios de toda índole, a los que afronta hoy como mejor puede. Ya sin la sombra de Miguel ligero, Lola flores o el ocurrente y lamentable "Bizco pardal", institucionalizados y falsos dioses de la "grasia" andaluza.
Que, además, es muy otra cosa, y tampoco tiene por qué faltar."
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