lunes, 2 de agosto de 2010

Una nana para José María Velázquez

Mañana, día 3 de agosto, celebra cumpleaños un amigo al que quiero y admiro profundamente. Y no se me ocurre que regalarle más que una nana y un poema en prosa, del que él mismo es autor.

De su mano, o más bien conducida por su voz y su verbo, he aprendido a valorar y a amar la música flamenca, en su programa -veteranísimo- de radio en Radio Clásica de RNE. No es un flamencólogo al uso, ni un crítico, ni un periodista, ni un simple escritor. Es un poeta que ha puesto su sensibilidad y su palabra al servicio del arte flamenco, y... ¡Qué bien lo ha hecho y lo sigue haciendo!

Para él: la nana de Raúl Montesinos, y para vosotros el disfrute del precioso texto con el que Jose María hacía la presentación de su disco "Arquillo Viejo"
"Ea la ea
canastito de flores
cinta de seda".
Nana "A mi niño Alejandro", del disco "Arquillo viejo" (2009). Letra, popular.
Cante: Raúl Montesinos.
Guitarra: Domi.
Cello: José Manuel Cote "Toti"

"Creo que sería conveniente emplear una mayor amplitud de miras y desterrar de una vez por todas los conceptos, tan espúreos como imprecisos, de clasicismo y vanguardias para abrir las puertas y que entre el aire fresco de una realidad palpable: que en esta época el flamenco, en una dinámica que fluye sin cesar, se manifiesta en varios planos y en muy distintos niveles, dependiendo entre otros factores de la actitud de cada compositor e intérprete, de su sensibilidad y formación, de sus estímulos estéticos o de su dimensión expresiva. Pero, en principio, cualquiera de ellos puede ser válido. Es decir, que debería haber sitio para todos y no caminar en un solo sentido, eliminando las demás opciones. Sin embargo, ocurre que en el universo de Chacón y Manuel Torre la orweliana policía del pensamiento ejerce hoy su implacable dictadura para convertirnos en rebaño. La diferencia asusta a muchos y se prefiere, por norma, la condición de aborregado. Produce terror la complejidad de un arte que por naturaleza es diverso, así que es necesario someterlo al totalitarismo de la moda, lo que implica no sólo limitar el acto creativo sino llevarlo al terreno facilón y adocenado de lo musicalmente correcto.

Y digo esto porque Raúl Montesinos ha realizado la obra que, respondiendo a sus más profundas necesidades, quería hacer. Y sin haber firmando ningún compromiso como no sea con su propia voluntad y criterio y el que le dicta la fuente que mana de su interior. En términos machadianos podemos decir que ha escuchado entre las voces, una, y ésta, por supuesto, es la suya. Las calles del silencio, el paisaje de la campiña sevillana, el rumor imposible y lejano del mar, el recuerdo del Guadalquivir, amores y desengaños, las campanas de la torre, son las fuentes de donde bebe y se inspira, guiado por los textos de Francisco Moreno Galván -pintor maestro y maestro en la facultad de componer versos para ser cantados-, que son, al fin y al cabo, la crónica de unos sentimientos compartidos. Tampoco hay que ir demasiado lejos para hacer una música de calidad, conmovedora y directa, como la que nos transmite
Arquillo Viejo. Música que describe lo pequeño e íntimo para transformarlo en universal, el calificativo utilizado por Juan Ramón Jiménez al aplicarlo a Platero y yo, libro universal en el Moguer de los reflejos eternos. Aunque Arquillo Viejo no se desarrolla en Moguer, entre pinos, sino en La Puebla de Cazalla, entre olivares. Y es asimismo una propuesta con un diseño estilístico riguroso pero fresco, natural desde la madurez y valiente desde el equilibrio, donde hay que señalar como elementos destacables la minuciosidad en la integración de cada pasaje, en los que Raúl se muestra exigente y perfeccionista hasta límites imposibles, sin rehuir nunca los tercios de más enrevesadas dificultades en formas flamencas ya de por sí laberínticas y de espinosa ejecución. En cualquier caso, este último disco de Raúl Montesinos es un hermoso acto de libertad."

José María Velázquez-Gaztelu.

2 comentarios:

Pedro Delgado dijo...

El futbol, el atletismo y otras veraniegas y calurosas empresas me tienen un poco apartado de la blogosfera. Te sigo, te leo pero hacer un esfuerzo más para comentar es demasiado con estos calores.

Encima no puedo disentir con lo que dices. Tengo el disco de Raúl y sigo el programa de don José María, como tú dices, el más antiguo y de mayor solera de todos los que ha habido, hay y habrá.

Saludos flamencos y calurosos

Anónimo dijo...

FELICIDADES PARA JOSÉ MARÍA, POR CIERTO CUMPLE EL MISMO DÍA QUE MI AMIGO FOSFORITO, UN 3 DE AGOSTO, FELICIDADES A LOS DOS DESDE ESTA MÁLAGA

PACO ROJI www.flamenka.com

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